La vida de un adolescente cambia para siempre, cuando hechos desafortunados atan su vida a un detective con serios problemas de autocontrol.
El detective Min busca justicia para los crímenes que aterrorizan la ciudad, mientras supera una traumáti...
Mi pecho ardía con cada respiración; estaba en una sala de espera, aislado. Vi al detective Jeon correr de un lado para otro, con la desesperación reflejada en su rostro; moví mi pie frenéticamente para mantenerme estable, sumergido en miles de pensamientos, la angustia y la incertidumbre no me permitían razonar con coherencia y tomar una decisión.
—Hoseok, me gustaría hacerle algunas preguntas respecto al caso de los señores Park y Choi. —el detective me sacó de mis intrincados pensamientos.
Tenía muy claro que la cuenta regresiva estaba llegando a cero y no podría sostener las cosas por mucho tiempo sin embargo me debatía en, si valía la pena o no destapar la olla podrida que había detrás del señor Park.
—Si señor —acepte.
Seguí al corpulento detective a una sala de interrogatorios. Me senté donde me indicó y jugué ansioso con mis dedos sobre la mesa, el detective entró con una carpeta, se sentó frente a mí y me miró a los ojos, descubrí en su mirada una mezcla de emociones poco clara.
— ¿Podría darme una muestra de su ADN? —solicitó, sacando una cajita plástica con un hisopo. Asentí en respuesta a su pregunta, abriendo mi boca. Una vez terminó guardó la muestra meticulosamente.
—Quiero preguntarle algo, detective ¿Cuánto se demoran las pruebas de laboratorio en dar resultado? ¿Jimin tiene esperanzas de salir libre? —necesitaba liberar la presión de mi pecho, estaba a punto de explotar, pero quería saber qué tanto podía afectar o favorecer a mi pequeño hermano con todo esto.
—Se tardan entre cuatro días a tres semanas, depende de la congestión del laboratorio y la urgencia del caso. No creo que Jimin tenga alguna esperanza a menos que encontremos al verdadero culpable, lo acaban de poner en la lista de los más buscados —hizo una extraña mueca, empezando a organizar unas fotos conocidas para mí, ver las imágenes me estremeció, sentí ardor en mi cuerpo, cuando mis fibras sensibles fueron atropelladas por la sonrisa de Junhong y la mía, por cierto, muy cercanas. No necesité más para responder con seguridad y tomar mi decisión.
—No tiene que buscar más, le diré todo lo que necesita saber al respecto, solo necesito que me escuche de principio a fin —coloque mis manos sobre las fotos para detener lo que estaba haciendo y evitar ver más esas tortuosas imágenes.
—De acuerdo, debes tener claro que grabaremos todo y verificaremos la información que nos brindes para confirmar su veracidad —me aclaró con calma el detective Jeon; para ser tan joven era realmente experimentado y profesional. Acepté sin reproches, el joven Jeon activó el botón de grabación— te escucho.
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—Sí, soy hijo del señor Park y medio hermano de Jimin. Todo inició hace unos años; no sé si usted está enterado, pero el Señor Park no fue una buena persona, ese tipo me arrebato todo lo que tenía en mi vida, hasta mi alma —tome aire para continuar y darme ánimos— Cuando era sólo un niño el sujeto usaba castigos crueles para curarme de mis conductas femeninas o de mis delirios de bailarín, cualquier cosa era excusa para maltratarme física y psicológicamente —levanté mis mangas para mostrar mis cicatrices de quemaduras en mis brazos y otras cuantas en mi cuerpo, algunas parecidas a cortadas en mi espalda—. Cuando mi madre intentaba defenderme, la golpeaba casi hasta matarla; realmente no recuerdo, Cuántas veces lo denuncie y siempre se las arregló para salir ileso dejando todo impune, con eso sólo empeoraba las cosas simplemente nací con una condena, así que opté por aceptar mi destino y jamás hablar de ello, simplemente debía soportarlo hasta que mi cuerpo no diera más.
