Ella hace todo por poder mantener la crianza de su hijo,ella es joven y madre soltera,no espera encontrar al amor,solo quiere ver a su hijo feliz.
Les presento a Mía Rosso y a su Pequeño y encantado Hijo Steffano Rosso.
El es todo lo contrario a ell...
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Narra Mía
LLegamos al aeropuerto,nos bajamos en el estacionamiento privado,Robert baja con mis cosas,las deja a mi lado,cuando le voy a dar las gracias,ya no está más a mi lado.Me giro a mi derecha y chocó contra algo demasiado duro.
--Mierda-- toco mi nariz,que no se rompió de suerte--.
Sigo masajeando la nariz,levanto mi mirada,y puedo ver a mi jefecito sin su traje,lo veo con sorpresa mi jefe siendo alguien común y sencillo pero con su estilo.
--Señor no lo vi venir--me enderezo.
--Señorita Rosso,¿está bien?
No me puede decir eso,después del golpe que me hizo dar y el susto.
--Si Señor,estoy bien.
--Me alegro,bueno esta lista?
--Al...algoo,nunca subí a un avión--digo agarrando mi maleta y el bolso.
--Nose preocupe,estaré a su lado--su preciosa mirada se encuentra con la mia,--ahora hay que ir a dentro.
Veo que mi jefe no tiene sus maletas,eso es demasiado extraño.
--Señor,y sus maletas?
--ya está mi chofer con ella,para hacer el check in.
--Señor,le puedo hacer una pregunta?
--Respondere depende la pregunta.
--umm..okay. ¿Porque vamos a alojarlos en un hotel,cuando creo que antes usted vivió ahí?
Se muy bien que la pregunta es muy personal,pero para qué gastar dinero en un hotel cuando tiene una casa.
--Usted, ¿Quiere dormir en mi casa?--me da una sonrisa torcida..
--Noo,nooo,no se confunda,solo decia.
--Entonces?--puedo ver como le divierte su pregunta.
--Mejor,déjelo ahí--digo ya cansada,doy media vuelta a la derecha y escucho la risa de mi jefe a mis espaldas.--No veo la gracia señor.
Deje a mi jefe atrás,camine hasta la parte del check in,llego hasta donde se encuentra una joven azafata recibiendo los papeles.
--Buenos dias,me permite su bole...--de un momento a otro,la chica se quedó en silencio y con su boca en oh,no entendía el porqué hasta que.
--Buenos días--y como me lo esperaba estaba Massimilian atrás de mí--este es el boleto de la señorita y el mio--recién ahora me di cuenta que no me había dado el boleto mio.
