Ella hace todo por poder mantener la crianza de su hijo,ella es joven y madre soltera,no espera encontrar al amor,solo quiere ver a su hijo feliz.
Les presento a Mía Rosso y a su Pequeño y encantado Hijo Steffano Rosso.
El es todo lo contrario a ell...
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Narra Mía
Llegamos a el hotel,obvio que un hotel 5 estrellas,dejamos el auto en el estacionamiento privado,nos estamos dirigiendo hacia donde se encuentra una rubia como recepcionista,al lado de ella hay muchacha pero morocha estaban hablando,pero cuando escucharon la puerta ser abierta,su mirada cayó al vernos entrar o mejor dicho VER a mi jefe entra,ambas mujeres lo miraban como si fuera un dios griego,aunque lo es para mi,eso no se lo digan,porque sino su ego crece demasiado. LLegamos hasta ella,donde ambas muchachas no dejan de comer a mi jefe con la mirada.
--Hola Señoritas--habla mi jefe,brindando una sus bellas sonrisas-.
--Hola Guapo--dice la rubia,haciendo que sus pechos salgan de su ajustada camisa,como todo hombre mi jefe bajo su mirada a ellos--deseas un cuarto?
--Ya tengo reserva a dos habitaciones--dice,mirándome a mi-.
--A nombre de quien?
--Massimilian Lombarti--intervengo yo,ya que la reservación la hice yo,la rubia ahora si pasa su mirada hacia mi,dándome a entender que quién demonios era.
La rubia busca en la computadora unos minutos,fueron los minutos más tensos que tuve que pasar la morocha que también estaba ahí,me quería hacer desaparecer con su mirada en mi.La rubia nos mira a ambos.
--Emm disculpen,hubo un pequeño problema.
--Cual?--preguntó,frunciendo el ceño
--A ese nombre,solo se pudo reservar una habitación,que sería la presidencial.
--¿COMO? Yo hice reserva para dos habitaciones--mi voz sonó muy seca,ya la furia estaba apareciendo.
--Si,pero la chica que estaba puso una sola a ese nombre.
--Hay otra habitación disponible?--pregunta Massimilian.
--Me temo que no,todas las habitaciones están completas. ¿Querrán la habitación?
--Claro que n...--mi frase quedó a medio contestar,porque mi jefe hablo.
--Si por supuesto--le lanzó una mirada fulminante.
--Ya le doy la llave.
--Yo iré a buscar otro hotel,que si tengo habitaciones disponibles.--le digo a mi jefe,el cual me mira serio-.
--No es necesario Mía,podemos dormir en la misma--y ahí aparece su sonrisa torcida.
--No creo que sea lo correcto.
--Porque ¿no?No veo lo malo--dice.
--Porque usted es mi jefe y yo su secretaria,tenemos que estar en habitaciones separadas.