Little Argie~ [C.H] [Terminada] [Editando]

Capítulo treinta y seis

Alemania caminaba de un lado para otro en el pequeño pasillo del avión privado, estaban atendiendo a Misiones y Argentina que eran los que en peor estado se encontraban y los que con mayor urgencia requerían volver al territorio argentino para recuperarse.

Italia estaba con él, sólo que ella estaba sentada en el pasillo al lado de la puerta que daba a la habitación donde los atendían, estaba llorando con total desesperación mientras insultaba con frustración mientras al parecer estaba en llamada con Grecia.

Suspiró abatido con la preocupación y los nervios a flor de piel, era demasiado pesado el ambiente y sus desespero aún mayor, habían logrado atrapar a Reino Unido y su miserable familia.

Lo bueno es que también era que Rusia era el que se encargaría de la reunión de emergencia para exponerlos a todos ellos ante la ley, por lo que vendría siendo un problema menos.

Además de que las reuniones de emergencia eran de carácter obligatorio y se tenían permitido las tardanzas por una cuestión de que no es una reunión normal programada donde todos tienen tiempo de prepararse e ir a sus tiempos para llegar a tiempo, estas reuniones son urgentes por lo que se suele dar entre un día y dos para ir, dejando poco tiempo de preparación y además el viaje que toma en muchas ocasiones más de un día en avión.

Pero además de eso las provincias, e incluso Malvinas testificarían a favor de ellos por las indudables pruebas, además de que Canadá admitió todo y lo admitirá sin lugar a miedos.

Aunque le fue increíblemente incómodo el hecho que el canadiense admitiera que se sentía decepcionado de que no asesinaran a su padre, que cometían un error al dejarlo con vida.

Aquello sin duda lo dejó algo fuera de lugar, pero no comentó nada por una cuestión del tiempo, necesitaba llevarse a su padre y hermano con urgencia, por lo que ahora estaban operando con extremada delicadeza a ambos representantes, mientras hacían la trayectoria camino al territorio de Argentina.

Ya habían pasado cerca de diez horas y la comida no fue de las mejores tampoco entre el apuro de conseguir un avión y personal médico dispuesto a viajar más de veinticuatro horas sólo para llegar al territorio americano y otras veinticuatro horas para volver.

Estaba cansado, sólo deseaba volver a ver al argentino, no le importaba si era el cariñoso y estricto del '51, o el frívolo y resentido del '84, sólo quería ver a su padre y abrazarlo, lo necesitaba de nuevo, fue tan fugaz su encuentro que no puede catalogarlo como uno siquiera.

Estaba ansioso y nervioso también, eso tenía que destacar, además de llevar más de un día entero sin dormir y el estrés por todo lo sucedido, era un combo de situaciones que él apenas podía soportar mentalmente.

Se consideraba y era considerado uno de los representantes con mayor seriedad y buen desempeño, con una gran resistencia mental para el estrés y situaciones importantes, pero esta sin lugar a dudas había logrado rebasar todos sus límites.

No quería ni deseaba dormir por la preocupación y la culpa que lo atormentaba, Italia estaba igual o quizá peor, no lo sabe con certeza, ella sólo se plantó al lado de la puerta y llorando comenzó a llamar a Grecia, que por lo que tenía de conocimiento era su pareja.

Además de que claramente se siente culpable por haber desconfiado de ella, debió suponer que los problemas la superaron tan rápido como a Perú y Venezuela, pero con Rusia era distinto, o al menos eso cree, no puede fiarse del todo a pesar de que lo consideraba como uno de sus mejores amigos, pero no quería creer que él realmente se hubiera dejado influenciar por los problemas considerando que incluso le había admitido amar a Argentina.

Para él si fue muy incómodo cuando lo mencionó porque el argentino era su padre, no biológicamente claro, pero el cariño que le tenía era de uno y ese cariño era recíproco porque Argentina lo veía como un hijo, y ese mismo aprecio que el latinoamericano le tenía, lo tenía hacia Rusia también, por lo que sabía que su padre jamás correspondería los sentimientos del ruso.