29 de agosto del 2023. 16:47 hs. Argentina.
Su ceño estaba fruncido, habían juntado a un pequeño grupo de militares para que los ayudaran. Buenos Aires dirigía junto a Córdoba a los milicos, Río Negro en conjunto de Tucumán y Santa Cruz preparaban la ruta de viaje, los tres junto a Tierra del Fuego irían a trasladar a su padre para vigilar que nada malo ocurriera.
Eran las casi las cinco de la tarde, todos estaban ayudando a su manera, como Chubut, La Pampa y La Rioja que se encontraban buscando un hotel para quedarse un par de noches, necesitarían hacer mínimo una parada para descansar, después de todo sería más de un día de viaje en camión.
Santa Fe estaba ayudando a los militares para desenterrar a Argentina, Neuquén, Catamarca, San Luis y San Juan lo ayudaban también. Deseaban los cinco terminar con eso rápido, sentían que estaban evitando el merecido descanso de su padre.
Misiones era un manojo de nervios, aunque tuviera a Mendoza haciéndole compañía junto a Santiago del Estero, aun así se sentía ansioso, con un crudo y horrible sentimiento de incomodidad instalado en su pecho.
--Boludo vamos a caminar para calmarte --Ofreció tranquila la chica mientras le hacía masajes en la espalda al menor. Santiago del Estero asintió totalmente de acuerdo.
--Me gusta, después podemos jugar un truco, ¿dale, Misi? --Le ofreció junto a aquel apodo que le dieron cuando apenas se había independizado, a ninguno de los dos le gustaba ver a su hermano menor tan alterado.
Misiones siempre fue de tener ataques de ansiedad cuando la situación lo superaba en estrés, al principio cuando se había independizado en 1953, tuvo muchos problemas para acostumbrarse, tenía que cuidar de un patrimonio natural y además hacerse cargo de su gente, no era una territorio con mucha gente y dependía demasiado del turismo, y él era muy joven en ese tiempo.
Además de que sus hermanos no le daban tregua y lo molestaban cada vez que podían, hasta que, en un punto de quiebre, el estrés, la ansiedad o cualquier mínimo indició de malestar le generaba una crisis de ansiedad, empezando por mareos y malestares, pasando por la incomodidad y presiones en el pecho, para terminar en los peores casos donde se desmayaba o lloraba sin ser capaz de escuchar hablar a otra persona.
Cuando Argentina descubrió aquello, obligó a todas las provincias a disculparse con él, además de ayudarlo y explicarle todo lo que sabía sobre dirigir para que le fuera más fácil administrarse en su parte del territorio.
Nunca podría olvidar aquellos ataques de ansiedad donde lloraba y sentía el miedo calar por cada uno de sus huesos, estando entre los cálidos brazos del argentino mientras le cantaba una dulce melodía al azar, sintiendo el vaivén de sus brazos acariciando su espalda y frotando su mano con suavidad sobre su cabeza, buscando darle seguridad entre aquel abrazo.
Gracias a esa paciencia que le tuvo su padre, pudo superar en gran parte los ataques de ansiedad, pasando de tenerlos todos los días a momentos realmente desesperantes, como lo fue la guerra de Malvinas o el golpe de estado de 1976. Después de eso, no volvió a tener un ataque.
Hasta que murió, y ante el dolor de la herida palpitante en su corazón, su estrés se elevó de manera descomunal. No tenía los brazos de la persona que más quería para darle fuerzas, tampoco tenía sus cataratas para respirar en paz. Había dejado todo eso en su territorio cuando le tocó irse a vivir junto a sus hermanos al territorio de Buenos Aires, esto porque el bonaerense comenzaba a sentir el peso de una responsabilidad mucho mayor a la que tenía antes.
No podía culpar a su hermano de pensar que podía solucionar el problema y hacerse cargo de las veintitrés provincias, era uno de los mayores de todos, entendía que podía sentir aquello como una necesidad, pero cuando pasaron unos meses, entre la mezcla del miedo de desaparecer por la falta que hacía Argentina, y el trabajo acumulado de su territorio y el de los demás, terminó como resultado, obteniendo crisis de ansiedad.
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Little Argie~ [C.H] [Terminada] [Editando]
Fiksi PenggemarEl veintitrés de agosto es un día triste para muchos países, sobre todo para el pueblo argentino. Es el día donde conmemoran la muerte de un amigo cercano y un gran representante, pero que además, es recordada como la fecha más extraña de todas.