Capítulo treinta y tres

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Argentina mordía con fuerza su labio inferior para evitar gritar, el dolor expandiéndose sobre su piel, sintiendo como comenzaba a agrietarse más y más, hasta el punto de caer sobre el piso marmolado.

España deseaba acercarse, pero el arma de Francia apuntando a su cabeza no le inspiraba confianza alguna, no podía morir por algo tan vano como un disparo, pero eso provocaría estar inconsciente y dejaría solo a su hijo en todo el embrollo en el que lo metieron.

El europeo de habla inglesa por su parte veía fascinado las reacciones del latinoamericano. Tanto tiempo deseando verlo estallar frente a sus ojos y ahora podía apreciarlo. Dirigió su mirada al hijo del argentino, totalmente blanco, sus característicos colores celeste, blanco y rojo, quedaron únicamente en un blanco completamente opaco. 

Los que se encontraban más cercano al santiagueño lloraban sobre su cuerpo mientras los otros no sabían que hacer, a donde mirar o si quiera como reaccionar, su hermano había muerto, pero ahora tenía con que atormentar al argentino.

Estados Unidos se levantaba del suelo con algunos rasguños por las dos sillas lanzadas por el sudamericano a su persona, tuvo suerte de que no le afectara gravemente, de lo contrario sería tomado como un inútil por parte de su padre y eso era lo que menos deseaba.

Cuando la mano de Argentina comenzaba a dejar de fragmentarse, fue que volteó a ver de nuevo a Reino Unido, observando al mismo con total odio, una furia casi inexplicable recorría todo su ser, deseaba asesinarlo, iba a asesinarlo, acabaría con él a como diera lugar, ya no había soldados de por medio que pudiera retenerlo, tampoco contaría con el apoyo de aquella organización completamente absurda creada por él y su estúpida familia junto al bastardo de URSS y de China.

Mientras el choque de miradas se daba entre el americano y el europeo, Australia sacaba su propio cuchillo de su cinturón para acercarse hasta donde estaban las provincias que tenía Canadá, todo esto bajo la mirada del mismo. 

--I think you will be more determined to tell me the formula (Creo que ya estarás más decidido a decirme la fórmula) --Acomodó sus ropas sin dejar de observar al chico de colores claros-- Right, Bloody Argie? (¿Verdad, bloody Argie?) --Aquello último iba con claras intenciones de provocar al argentino, después de todo, era un apodo dado después de la guerra de Malvinas.

Quizás esa era la ventaja de Argentina, el no ser capaz de recordar absolutamente nada después de 1951, porque lo que diga Reino Unido no tendrá peso alguno en las acciones y emociones del latino.

--I'm going to kill you, I swear I'm going to kill you (Voy a matarte, juro que voy a matarte) --Respondió en un tono bajo pero grave y amenazante. En sus ojos amarillentos se reflejaba el odio mismo que le tenía al contrario. 

El europeo sonrió con diversión, al fin tenía al argentino donde lo quería.

--That's not the correct answer bloody Argie (Esa no es la respuesta correcta bloody Argie) --Aunque tenía un tono de reproche en su voz, la diversión que transmitían sus ojos opacaban completamente las intenciones de sus palabras-- I'm sure your son is looking forward to many visits (Estoy seguro que tu hijo ansía muchas visitas)

--Don't touch any of my children UK (No toques a ninguno de mis hijos Reino Unido) --A pesar de perder por completo su mano izquierda, él sólo necesitaba un cuchillo para asesinarlo, no más que eso.

--But it wasn't me who murdered your son (Pero no fui yo quien asesinó a tu hijo) --Le recordó con burla-- or am I wrong? (¿o me equivoco?)

Canadá no apartaba la mirada de su hermano mayor en ningún momento, esperaba que la ineptitud de su hermano fuera la suficiente para que el mismo no notara que entre los mismos se debía encontrar el heredero de Argentina.

Little Argie~ [C.H] [Terminada] [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora