Little Argie~ [C.H] [Terminada] [Editando]

Capítulo veintidós

17 de septiembre del 2023. 2:29 hs. Suiza

--VATER! -Gritó con euforia mientras corría a abrazarlo. Estaba llorando, pero la felicidad era algo que no podía ocultar, su padre se encontraba bien y era todo lo que le podía importar ahora.

--Deutschland mein Junge (Alemania, mi niño) --El argentino lo abrazó con total ternura, como un padre abraza a su hijo cuando este tiene una pesadilla en medio de la noche. Acariciaba su cabeza con tranquilidad, dejando que su niño llorara lo que debía llorar.

No negará que se sintió extrañado de ver a su bebé tan grande, pero tampoco era la primera vez que ocurría, muchas veces cuando su querido hijo tenía pesadillas llegaba a cambiar de formar, después de todo él no tenía una forma definida ante la falta de un territorio propio.

Aunque si le extrañaba la habitación en la que se encontraba, no era parecía a su habitación en la casa rosada o a alguna de las que tiene en las casas de sus hijos las provincias, simplemente no podía descubrir en donde se encontraba y el porque se encontraba en ese lugar.

Alemania seguía llorando entre los brazos del hombre que lo crió por años y años, él único que jamás lo engañó o utilizó, su querido padre.

--Vater, ich habe dich so sehr vermisst (Padre te extrañé tanto) --Murmuraba con la voz rasposa y varios sollozos, se aferraba al pálido cuerpo de aquel hombre tan alto porque era necesidad para él. 

Lo que tanto había deseado en aquel tan horrible año al fin volvía a él, al fin volvía a sentir esa calidez que tanto ansiaba y desesperaba por recuperar, ya había perdido un padre con el engaño de Irlanda, no podía permitirse que otro muriera. Se negaba a permitir que la única persona que lo quería con defectos y todo se fuera de su vida.

Necesitaba de su padre Argentina como sus pulmones del aire. Había dependido tanto de él durante años, que ahora, verlo de nuevo, era como una forma de relajarse que no podía explicar de manera alguna.

Las palabras eran escasas para el mar de emociones que tenía, había sacrificado tanto, dinero, la posición de las provincias, su relación con Italia y Rusia. Con sus tíos Perú y Venezuela. Había sacrificado tantos hombres sólo para este momento, para sentir los cálidos brazos celestes del latino rodeando su cuerpo, provocando en él un sentimiento de calidez inimaginable, haciendo que sienta que al fin estaba en su hogar.

Lágrimas seguían desbordando de sus ojos, y Argentina comenzaba a preocuparse de las emociones de su bebé, su niño estaba mal y la culpa lo invadía, sentía que era culpa suya el estado tan mal de su hijo.

--Jetzt, jetzt, ruhiges Baby, Papa ist hier (Ya, ya, cariño, papá está aquí) --Comenzó a acariciar su espalda con suavidad, deseaba que se calmara el niño en sus brazos-- Vater wird nirgendwo hingehen (Padre no se irá a ningún lado) --Agregó tranquilo mientras besaba la frente del alemán. Sentía una paz de ver a su pequeño.

--Ich weiß, du wirst nicht mehr auf meine Seite gehen, Vater (Lo sé, ya no te irás de mi lado padre) --Era una promesa que no planeaba romper por absolutamente nada en el mundo, no dejaría que nunca más tocaran a la persona más valiosa en su vida.

Argentina soltó una ligera risa cargada de ternura y amor, le resultaba tan tierno los pensamientos del menor que le generaban cierta risa.

--Warum weinst du, mein kleiner Engel? (¿Por qué lloras angelito mio?) --Empezó a alejar de a poco el rostro del alemán de su cuerpo para verlo mejor, empezó a limpiar las lágrimas que aún descendían de sus ojos con los pulgares y besó una vez más la frente del menor.

Alemania no tenía las palabras para admitir cuanto había extrañado esos gestos tan tiernos de Argentina, desde que había terminado su última dictadura había tomado actitudes tan distintas a como era antes de la misma que revivir los momentos con esa versión del latino no tenían palabras para expresarlo.