Capitulo ocho

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30 de agosto del 2023. 7:57 hs. Argentina

El auto iba a casi 170km por hora, su corazón latía con preocupación, no por él, sino por el chico a su lado, estaba durmiendo, sabía que debió de haber pasado una noche difícil, por lo que se había tomado las molestias de traer comida dentro del auto para que pudiera comer algo el menor.

Estaba aterrado, Misiones le había contando todo lo sucedido y él no sabía que hacer, ¿A dónde debían ir? La casa rosada era un arma de doble filo, podrían recibir ayuda de su pueblo, pero ¿quien le aseguraba que no los estarían esperando?

Tampoco que pudiera ir a un aeropuerto e irse a otra provincia o país. Había cámaras, y si lo que dijo el misionero era cierto, entonces lo estarían buscando y eso no era una opción. No cuando debía ayudarlo.

Estaba cargado de impotencia y de rabia, ¿quién podía ser tan desgraciado como para hacer tal atrocidad? No tenía dudas de que debían ser esos malditos británicos, pero ¿para qué necesitaría matar a las provincias? No entendía en qué le beneficiaria esa acción, ¿qué podía sacar de provecho en eso?

No era una acción inteligente, porque sin las provincias el país argentino podría desmoronarse y eso sería algo horrible.

¿Y si eso era lo que esperaba conseguir? Sin un representante y provincias que controlen la situación, es más que obvio que no tendrían de otra que repartir el territorio a los países limítrofes, y si eso ocurre, ellos tendrían bastante control sobre la tierra de su amigo, después de todo muchos países eran sus aliados.

Tendría que ser cuidadoso con todos, si llegaba a hacer un movimiento en falso podrían inculparlo a él, como lo han hecho tantos años. Necesitaba pensar en quien confiar, pero sólo una misma persona aparecía en su mente.

Necesitaba un lugar donde esconderse para descansar, a penas había dormido dentro del avión, y si lo que Misiones dijo de que llamó a los contactos del celular de Salta, entonces era probable que no se haya contactado con esa persona. Después de todo, él y muchas provincias más estaban molestas con ese país.

Un celular empezó a sonar, su corazón no podía latir más rápido, estaba muerto del miedo. ¿Y si los rastreaban por el celular? No, no podía ser cierto, había dicho que eran los teléfonos fijos de la casa rosada los que estaban intervenidos.

Empezó a mover a Misiones para que pudiera responder la llamada, si él lo hacía podía delatarse y en caso de ser un país aliado el que llamaba no supiera quien estaba ayudando al hijo de Argentina.

--Carajito atiende el celular --Llamó mientras detenía de momento auto.

El menor se despertó asustado, no le extrañaba con lo que había vivido, pero necesitaba que lo atendiera.

--Necesito que lo atiendas carajito --Dijo lo más dulce posible, no quería que siguiera sufriendo, y aunque no deseaba exponerlo a esta situación, sabía que si él respondía y no llegaba a ser un amigo, podrían saber que contaba con ayuda, y no negará que no estaba aterrado, 22 provincias fueron atacadas por sorpresa, ¿quién no decía que podían matarlo a él también?

--Mmh --Fue el único sonido que hizo antes de tomar el celular con sus manos y atender.

--Saltare? (¿Salta?) --Misiones abrió sus ojos tanto como pudo, era su abuela, Italia.

--Nonna? (¿Abuela?) --Las lágrimas empezaban a caer de sus ojos por la felicidad, Venezuela pudo suspirar más tranquilo y comenzar a retomar el camino.

--Missioni! (¡Misiones!) --Le llamó con total felicidad. Una alegría brotaba en el corazón de los tres-- Paradiso cosa è successo? (¿Cielo qué pasó?) --Preguntó angustiada-- La Russia ci ha mandato a chiamare preoccupati per te e i tuoi fratelli (Rusia nos mandó a llamar preocupado por ti y tus hermanos) --Su voz sonaba tan rota y alterada, la preocupación la consumía-- Sono nella casa rosa, dove sono? Stanno bene? (Estoy en la casa rosada, ¿dónde están? ¿Están bien?) --Empezó a preguntar ansiosa y preocupada, ella podía sentir su corazón alterado por lo que ocurría)

Little Argie~ [C.H] [Terminada] [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora