—Sabes que es como decirle a un oso que no tendrá su miel. Cada día se hará más fuerte.
—Lo sé. Carajo. No te voy a mentir, me encanta saber que siente el lazo que nos une, pero me gustaría que ella lo supiera. Quiero que sea consciente de este sentimiento que nos une.
—¿Qué harás? ¿Le dirás? Sea la decisión que tomes, te apoyo. Pero quiero que seas consciente tú, que todo esto, nuestro mundo para ella, solo son mitos y existen en libros.
—No sé, no sé cómo se lo diré. Ni cuando. Ahora quiero estar a su lado, acercarme y conocerla.
Jake asiente comprendiendo mi situación. Ya no puedo pensar como antes, mi mente solo está pensando en Tahira, me dislocó por completo. Creí que era pura hablada acerca de cuando encuentras a tu otra mitad, pero ahora estoy viviendo cada momento como oí que sería. Es maravilloso, pero me siento desesperado si no la veo aunque sea un segundo. Ni creo que un segundo sea suficiente. Necesito tenerla a mi lado.
Estoy ansioso por verla. Lo más probable es que esté durmiendo, pero debo concentrarme también en la manada. Llegó la carta que estaba esperando y los de Sombravela se pusieron en contacto con nosotros para una reunión, ya tenemos su atención ahora nos queda convencerlos de que nos ayuden. Jake está considerando llevar a Arath para que ella misma les expliqué nuestro plan, pero eso está en duda. No quiere arriesgarse. Y lo entiendo. Tahira se ha vuelto mi mundo. Todavía no aceptó nuestro lazo porque ella no lo sabe. Lo difícil es que se vuelve cada hora más fuerte y lo comprobé ayer; su mirada se dirigía a mí cada segundo y su cuerpo reaccionaba a mi cercanía, como lo hace ella conmigo.
Ella es preciosa y no pude evitar decírselo. Sus ojos, su boca, su sonrisa. Todo en ella me tiene atrapado. De a poco la estoy conociendo mejor, sé varias cosas que me ha comentado y algunas que tuve que preguntarle a Hilaria, como su comida favorita para empezar. Me gustaría llevarla hoy a acampar un rato antes de que anochezca. Lo que me tiene intranquilo es que no hay novedad de los Drakkar y espero que no haya. Sería perfecto si la Diosa Luna se los llevara.
—¿Hoy tienes planes, después de la reunión? — me pregunta Jake mirando unos papeles que le tendí.
—Si.
—¿Y no me dirás nada? Casi soy tu psicólogo. Vienes a contarme todo tus problemas. ¿Por qué no me dices donde llevarás a tu Sol?
—Eres muy metido. La llevaré a acampar.
—¿Acampar? ¿Llevarás seguridad?
—Si. Necesito estar seguro que por cualquier cosa, la protegerán.
—Dalo por hecho. Su vida es más importante y todos en la manada lo saben.
Luego de ponernos de acuerdo en algunos puntos, nos dirigimos hacia el pueblo de Sombravela. Nunca nos acercamos a estos territorios, está prohibido. Tienen más seguridad que nosotros, probablemente debido a los enfrentamientos con los Drakkar y los Sangre fría. Mi mirada se enfoca en las personas que rodean el enorme castillo a pocos metros de distancia, está cubierto por el bosque y no es visible desde lejos. Seguramente están utilizando un hechizo. Bajamos de la camioneta con nuestros guerreros detrás, y un hombre se acerca con el rostro serio.
—Bienvenidos. Síganme. El señor los esta esperando.
<<Todo esto es muy raro>>
<<Lo sé. Veremos que sucede. Estate atento>>
Asiento con la cabeza. Confieso que al principio, me pareció extraño que hayan aceptado así sin más y lo descarte, creyendo que ellos quieren acabar con los Drakkar, pero huelo que hay algo más. Ya nos dirán o lo descubriremos de eso no tengo duda. Siento la miradas de todos lo que pasamos en el camino hacia la puerta principal. Llegamos hasta una oficina donde un hombre mayor se encuentra sentado en un sillón y otro más joven a su lado con las manos detrás de la espalda mirándonos con seriedad. ¿Aquí nadie sonríe? ¿Qué tan mal le caemos? Fuimos los primeros en ayudar a su gente cuando tuvieron un ataque hace años.
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Mi Dulce Casualidad
FantasyEn el encantador pueblo de Blue Field, dos almas destinadas a encontrarse se cruzan en un momento inesperado. Ella es una joven dulce y soñadora que trabaja en una librería, tratando de superar las heridas de un pasado amoroso. Él es un espíritu val...