Capítulo 6.

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Ayer hablando con Jake respecto a la idea que comento Arath en la reunión, nos pusimos en contacto con el mensajero de Sombravela para una visita, no creo que acepten, con todos los conflictos que genera mi especie hacia la suya, tenemos más problemas con ellos que con los Sangre fría. Al menos lo intentamos y buscamos soluciones para extinguir a los Drakkar. Maldita sea la protección que poseen. Es tan complicado acabar y llegar hasta su líder. Intuimos que debe ser como un Alfa, si muere los suyos perderán fortaleza, enloquecerán sin saber qué hacer o a quien seguir, entonces será más sencillo acabarlos.

Abrocho los botones de la camisa blanca que me coloque para ir hasta el centro de mensajería para ver si obtuvimos una respuesta.

<<Estás muy ansioso, debes tranquilizarte. Me pones inquieto>>

Mike tiene razón. Estoy desesperado y preocupado por mi familia. Esperemos no tener ni una sorpresa el día de hoy, ni mañana con su llegada. En este día me encargaré de las tareas pendientes que tengo y después dejar limpia las habitaciones para ellos.

Al cerrar la puerta de la entrada puedo ver cómo varias personas están colgando luces. Mientras tanto, pequeños cachorros juguetones corren y saltan por todos lados, llenando el aire con sus risas y ladridos. Uno de los cachorros tropieza con mi pierna, me agacho suavemente, extendiendo mi mano para acariciar su pelaje suave y peludo. Sus ojos brillan con pura inocencia mientras disfruta de este gesto. Observo cómo su pelaje blanco se ha convertido en un tono casi negro por haberse ensuciado jugando en la tierra.

—Ten más cuidado, pequeño.

<<Si, señor. Discúlpeme>>

Asiento con la cabeza. Están disfrutando de este cálido día, ya que el Alfa les informo que una humana se viene alojar unos días y no puede verlos transformados, a menos que sea en el entrenamiento o ella no esté presente. A la mejor amiga de mi hermana la he visto por una foto que mi madre me envió en el cumpleaños de Hilaria, debo admitir que es una mujer hermosa, también tengo entendido que le encanta los libros y estoy muy seguro que le gustara la biblioteca que arme hace algunos años.

Me subo a la camioneta de la manada y arrancó en dirección al centro. Estamos alejados de la población humana, para ingresar a Eternal Moon se debe ser pariente de alguna persona en la manada o compañera de un lobo, tenemos seguridad cerca de la entrada, por las dudas que una persona se pierde y llegue hasta aquí. Ya nos pasó. Mencionamos que es un lugar privado y con un costo altísimo, y funciona.

—Buenas, Beta de Eternal Moon. ¿En que lo puedo ayudar? — Driana, la jefa del control de mensajería me mira alzando una ceja por encima de sus anteojos.

—Quería saber si recibí alguna carta de Sombravela.

—Tengo que chequear. ¡Jason!

Un joven sale detrás de las cortinas sosteniendo una dona y mirando un video en su celular, lo se por el volumen alto del mismo.

—Dime.

—¿Llegó alguna carta de Sombravela hoy cuando no estuve?

—¿Sombravela? No. No llegó nada.

Resignado me despido de ambos y pidiéndoles que me informe por mensaje de texto si llega una respuesta. Volviendo a la manada, terminó de colocar los alimentos que compré de camino. Muchas frutas y verduras como le gustan a mi mamá. Además, extraño sus estofados así que compre los ingredientes para que me prepare uno.

—¿Y esto? No creí que te vería en una cocina y estuviera limpia.

Sonrió ante el comentario de Jack.

Mi Dulce CasualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora