Todo dio un giro de 360°. Aun no puedo creer que mi mejor amiga y el chico que empecé a tener sentimientos sean lobos. Realmente existen, he leído libros de fantasía pero no me esperaba a que estuviera viviendo uno ahora mismo. No se que pensar. Sabía que había algo raro. Lo sentía. Realizó la respiración que me enseñó mi psicóloga. Intentó tranquilizar mi mente y cuerpo. Como hace una hora estuve con los padres de Hilaria viendo como el doctor la revisa y chequea que no tenga ninguna lesión. Aunque por lo que se, no tarda mucho en que sus huesos se regeneran y estén en la posición que estaban. Eso me impresionó. Cuántas personas darían la vida por ser así de inmortales. Estuve ayudando a Arath con las personas heridas, pero las palabras no salían de mi. Veía a Edel merodear por donde estaba, cada vez que intentaba acercarse me alejaba o intentaba ver qué Arath me pidiera ayuda. No me sentía lista para hablar en ese momento, estaba procesándolo.
—Perdóname. No llores. Es mi culpa.
Aunque me diga que no llores, no puedo evitarlo. Es como si un interruptor se hubiera encendido en mi interior. Sus brazos fuertes me rodean por detrás de mi espalda, me tapo el rostro dejando que las lágrimas salgan.
—Yo....tuve miedo. Miedo a perder a Hilaria, a vos. Me sentí tan.. inútil, solo viendo cómo la lastimaban.
—No, no digas eso. Lo que importa es que estabas a salvo —niego con la cabeza, sus brazos me abrazan más fuerte. Dejo caer mi espalda contra su pecho intentando tranquilizarme — sí, el solo saber que estás fuera de peligro nos tranquiliza a nosotros. Tu vida es más importante.
—No, todos somos importantes. No puedo sacar de la cabeza la imagen de ella tirada. Soy una mala persona y amiga, no tengo cara para verla.
—No pienses así. Hilaria sabía que no podías interferir, ella eligió cuidarte y luchar para que no las llevaran, hizo tiempo hasta nuestra llegada.
Esto confirma que el lobo negro era él.
—Eres tú. Me salvaste.
—Eso, ¿Te asusta?
—No. O tal vez sí, sólo que ahora puedo pensar que existen, que no están solo en páginas de libros o en internet. ¿Eres así desde pequeño? —pregunto secando mis lágrimas y viendo hacia adelante. La luna es tan magnífica, grande y brillante.
—Si, desde siempre. Soy un Beta. Todo lobo tiene un rango.
—¿Quienes fueron los que nos atacaron?
—Drakkar. Son lobos despiadados que no tienen bondad, amor, no pueden personar solo quieren sufrimiento.
—¿Por qué? ¿Qué clase de persona son?
—Lobos sin almas gemelas. Hace muchos años secuestraban lunas o lobas con parejas, las torturaban mental y físicamente, fue una etapa horrible.
—Dios. Que dolor. Alma gemela. ¿Tu..tienes?
—Si, hace poco la encontré.
—¿Así? Que bueno —intento que se me oiga contenta porque encontró a su compañera, pero se puede escuchar mi dolor. Me he besado con él. Santo Dios. Ha estado esperándola y yo siendo la segunda. Me separo de sus brazos, pero me aprisiona más. No dejándome salir de sus reconfortantes músculos.
—Está justo entre mis brazos.
Abro mi boca incapaz de soltar una palabra, no se cuantos segundos pasan para que reaccione.
—¿Qué?.... espera...¿Yo?
—Si, Tahira Mariel Brown tu eres mi alma gemela. Mi Sol.
<<¿Sol? ¿Donde he odio eso?>>
—Por eso te arrodillaste cuando te conocí.
—Exacto. Es un ritual de aceptación, pero no está completado.
—¿Por qué?
—No aceptaste a mi lobo. Tu mano debe estar en mi hombro cuando me arrodillo.
—¿El hecho de que no lo haya hecho es malo? —curiosa le pregunto.
—No, bueno, mi lobo está desesperado por tu atención y quiere hacer lo posible para que respondas.
—Lo siento mucho.
—Tranquila. Él lo entiende. Quisiera saber....¿Estamos bien? Sé que ocultarte quién soy realmente puede generar desconfianza o algún otro sentimiento, pero nunca fue intencional. No sabría cómo lo tomarías, y el pensar que quizás puedas dejarme me dolía el corazón, eres mi rayo de luz. No puedo y no quiero perderte. Tahira, no solo mi lobo te ama, yo también. Puede parecer precipitado, entiendo, no han pasado muchas semanas desde que nos conocimos, pero este poco tiempo y el vínculo que compartimos me es suficiente para saber que contigo quiero estar hasta mi último respiro.
—Ahora mismo, solo puedo verte como alguien enorme de pelaje negro y unos brillantes ojos amarillos — suelta una risa contagiándome— aun así mis sentimientos no cambian. No voy a mentir que no me gusta que me hayas ocultado quien eres, pero entiendo que no es algo que se cuenta a la ligera. Menos en una primera cita. Estamos bien, y quiero estar contigo en cada paso de nuestro camino.
—Tus palabras me llenan de alegría y calma. Juntos enfrentaremos cualquier desafío que la vida nos presente.
—Eso me gusta. Juntos.
Sonrió tomando sus manos con las mías.
—¿Tahi? ¿Podemos hablar? —Oigo la voz de Hilaria en mi espalda. Edel me deja escapar de sus brazos y volteo por completo viendo a mi mejor amiga mirarme como una niña pequeña siendo regañada.
—Las dejo sola. Luego terminamos de hablar —Edel se marcha no sin antes dejar un beso en mi cabeza.
—Si.
—¿Qué?
—Podemos hablar.
—Oh...Gracias. Yo... no se por donde empezar, cada día me sentí culpable de ocultarte que soy una mujer lobo — asiento con la cabeza reprimiendo las ganas de volver a llorar, ella por otro lado no las oculta — fue tan difícil. Eres la primera mejor amiga que tenía y no quería perder lo que habíamos creado, me sentía tan triste cuando fui a vivir a Blue Field sin mi hermano y tu apoyo, cariño lo recompensaron. A tu lado me siento poderosa, valiente, amo las tardes de chisme y verte leer o que me cuentes un libro, aunque no entienda de que estas hablando. Eres mi hermanita. Perdóname.
Me lanzó a sus brazos, abrazándola con fuerza y sollozando en su hombro. Me recibe de la misma manera.
—No tengo que perdonarte nada. No vuelvas a arriesgar tu vida por mí, si yo corro tú también. ¿Escuchaste? Yo me moría si te perdía. Me importa poco que me lo hayas ocultado, tu vida es mas importante para mi que un estúpido secreto.
—Lo prometo. Te amo, Tahira.
—Y yo a ti.
¡No se olviden de votar! 🐺❤
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Mi Dulce Casualidad
FantasyEn el encantador pueblo de Blue Field, dos almas destinadas a encontrarse se cruzan en un momento inesperado. Ella es una joven dulce y soñadora que trabaja en una librería, tratando de superar las heridas de un pasado amoroso. Él es un espíritu val...