cuatro.

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- Dios,Isaac,esto es precioso. – me quede asombrada,cuando me quito el pañuelo observe un pequeño lago rodeado de bosques,examine el alrededor y sonreí.

- ¿Enserio te gusta? – pregunto nerviso mientras se arrascaba la nuca.

– Sí. – le abrace fuerte, y el lo acepto.

Me separe de el y mi cara quedo a milímetros de su cara,el se quedó mirando mis ojos al igual que yo a él.

– Vamos al agua. – dijo mientras se quitaba la camiseta y me guiñaba el ojo.

- No,no he traído bikini. – dije y el río.

- Para eso existe la ropa interior.– río y se bajo los pantalones quedando en calzoncillos. – Vamos.

- No,no iré, el agua debe estar helada. – negue con la cabeza mientras decía es frase.

–Esta bien,tu lo has querido. – sonrió picaramente y me cogió como un saco.

- Sueltame ahora mismo. – golpeaba su espalda,cuando me soltó el agua estaba helada,salí al exterior y vi que Isaac no estava, asustada mire al alrededor y no lo encontré,de repente noto que me cogen de los muslos,elevandome.– Juro que te voy a matar. – dije mientras rodeaba su cintura con mis piernas.

- No serias capaz. – dijo muy seguro de sus palabras.

- No me tientes. – el río.

- No estaba tan fría. – bromeo.

- Sueltame,estoy enfadada. – quite mis manos de su cuello y me cruze de brazos.

- Nunca te voy a soltar. – dijo y sonrió.

-Pero yo quiero que me sueltes. – dije.

- Pero es que yo no te quiero soltar. – murmuro.

- ¿Por que? –

- Por que quiero estar a tu lado todo el tiempo. – espeto,haciendome sonreír,coloque mis manos de nuevo en su cuello y el sonrió.

Estuvimos todo el rato lanzando agua el uno al otro,bromeando, riendo, sonriendo.

- Dios,estoy agotada. – dije mientras me dejaba caer en la toalla que el colocó anteriormente.

- Gracias por haberme echo pasar el mejor día de mi vida. – dijo y yo sonríe.

- También fue el mío. – sonreí y el se coloco encima de mí,haciendome sobresaltar.

Se acercó a mí y beso mi mejilla,suavemente y sonreí.

- ¿Como encontraste este sitio? – dijo mientras colocaba mis manos en su cuello,el aún estaba encima mío.

- Cuando me estresaba,o me peleaba con mi padre,un día encontré este sitio,me perdí pero este camino se quedo en mi mente desde hace dos años, la verdad es que esta vista es genial y hace que te relajes inmediatamente.– asentí.

- La verdad es que eres muy diferente. – el fruncio el ceño. – En el instituto eras un estupido y ahora..– hice una pausa y suspire. – Eres de lo mas dulce.

-Quería que supieran que no podrían ser amigos míos,soy peligroso,ni siquiera sé por que te deje entrar en ni mundo..

-¿Por que dices que eres peligroso? – pregunte preocupada y el intento quitarse de encima pero yo le agarre para que no lo hiciera.

-Es dificil de explicar, no lo entenderias. – dijo y frunci el ceño.

-Intentaré entenderlo. – insisti.

-Joder,olvida el maldito tema de una vez,¿Es que no ves que no respondo a tus estúpidas preguntas? – dijo y se quito.

Ouch.

- Llevame a casa,quiero estar aquí,no con un idiota como tu.– espeté y recogi mi ropa para luego ponermela y salir lo antes posible de allí.

Escuchaba los pasos de Isaac detrás de mí,mientras me hablaba intentando dar una explicación y llamando a gritos o a veces a susurros,pero yo simplemente aceleraba el paso.

-Dios,espera. – dijo y me pare ya que llegamos a el coche.

- Vamos a dentro. – le dije,fría.

- Espera.

- He dicho que abras el maldito coche. – dije,sin mirarle vi como se montaba en el coche y imite su gesto.

Todo el camino estuvimos en silencio, yo al menos estaba ya que Isaac daba explicaciones pero yo no quería escucharle.

Cuando paro en la carretera de mi casa, salí del coche y entre rapidamente mientras escuchaba el sonido del motor arrancando.

Stay. « isaac lahey y tu » EN PROCESO EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora