Stay. « isaac lahey y tu » EN PROCESO EDICIÓN

treinta.

Esta canción es very bonita reproducirla ahora mientras leeis el capitulo.

El me miro después de romper el beso que le di sin ningún motivo.

- ¿Te quedarás conmigo?. - una sonrisa apareció en su rostro.

Pero la respuesta era no, no me quedaría con el.

- No. No me quedaré contigo. - me levante del suelo y limpie mis tejanos. - Todo en este pueblo han sido problemas para mi, al menos lo intentare en algún otro lugar. Me has echo pasar muchos buenos momentos, pero también malos. Y los malos son demasiado para poder empezar de nuevo, Isaac.

- Pe... - no le deje hablar cuando me metí en el coche. Vi como se levantó y empezó a aporrear la ventanilla y como su boca de abría diciendo mi nombre. Le mire a los ojos los cuales parecían asustados, intento abrir la puerta pero Tim puso el seguro antes.

- Arranca. - le ordene con lágrimas en mis ojos.

- ¿Estas segur...

- Te dije que arrancaras. - le ordene de nuevo con un tono mas seguro. - Por favor.

- Esta bien. - el metió la llave y el coche encendió. Coloque el cinturón sin necesidad de mirar por la ventana. El piso el acelerador y escuche como los gritos de Isaac se hicieron mas fuertes. Mire hacia atrás y le vi persiguiendo el coche, cuando Tim aceleró el cayó de rodillas.

Narra Isaac.

Ella se había ido, y al parecer para siempre.

Tengo miedo de no volver a verla, mirarla, besarla, abrazarla y decirla cuanto la quiero.Limpie bruscamente las lágrimas que habían salido de mis ojos y solloze.

- Isaac, vamos levanta. - me ánimo Lydia. Pero ni me moví, ni si quiera la mire, mi mirada estaba fijada en la carretera.

- Vamos, Isaac. - esta vez fue Allison. Allison. Levante mi mirada, la cual reflejaba odio hacia ella, ella sonreía. Me levante y me coloque a centímetros de ella.

- Puedes irte a la mierda, Allison. ¿Por que coño hiciste eso? ¡POR TU CULPA PERDÍ A LA COSA QUE MAS QUERÍA! - por el volumen de mis gritos ella dio un paso hacia atrás. - Te odio. - solté y camine por las frías calles de Beacon Hills.

Necesitaba olvidar cada recuerdo que tuvimos, me he llegado a enamorar de ella perdidamente. Se siente tan mal haberla perdido, por un momento pensé que ella de quedaría conmigo, pero se fue con él. Espero no verla nunca mas, que nunca vuelva. No la necesito para ser feliz, puedo estar solo y aún así ser feliz.

A quien quiero engañar, sin ella no soy nada ni nadie, sin mi padre tampoco. Tengo miedo de lo que me pasará ahora, que pasara en este pueblo.

Narra Rayita.

Varias horas después ya salimos de Beacon Hills, me gustaría saber donde nos quedaríamos a dormir, donde viviríamos y que comeríamos. Que haremos para vivir.

- No te preocupes por eso ahora. - rompió el incomodo silencio Tim. - Podremos vivir bien, tengo un amigo que vive a varias horas de aquí que nos dejara vivir en su casa hasta que encontremos un sitio nosotros.

- ¿Como sabes que estaba pensando?. - pregunte curiosa y el río.

- Te mire y descifre que pensabas, era fácil.

No respondí y mire por la ventanilla, me pregunto que les pasará ahora a ellos, que será de Isaac, que será de mi sin el. Espero que el encuentre la felicidad, que sea feliz sin mi.

Me costará olvidar cada beso y abrazo que tuvimos, cada discusión.... Le echare de menos, muchísimo.

Esperó que el también lo haga.

- ¿Y como se llama tu amigo? - pregunté de nuevo algo curiosa.

- Derek. - respondió.

- Qu-e, perdón ¿Como?

- Derek Hale. Le conocí hace años, es algo duro pero cuando le conoces bien , es muy amable. - respondió con una sonrisa.

- El murió.

- No, el siempre estuvo vivo. - dijo con obviedad. - Hace meses también vivía en Beacon Hills, pero se fue por la misma razón que tu. No era feliz.

Frunci el ceño y suspire.

Probablemente no sea el, quizás ni escuche bien. Pero si llega a ser el, me moriría de felicidad.

Deje caer mi cabeza en el respaldo de el asiento y cerré los ojos en busca de encontrar el sueño.

- Te avisare cuando lleguemos. - sonrió en forma de respuesta y me dejo llevar por el sueño.

Flashback.

Le vi, el sangraba por su cuello y me miraba fijamente a los ojos. Lágrimas no paraban de salir de mis ojos.

- ¡Derek! - grite y corrí hacia el. Sus ojos estaban cerrados, y su pecho no subía y bajaba como si estuviera respirando. Limpie mis lágrimas rápidamente, y acaricie su pelo suave, y tome su mano.

- Te quiero. - susurro el y beso sus nudillos.

- Yo también, Derek. - el sonríe y al instante desaparece.