El Club

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Entró al vestier y empezó a quitarse la ropa, dejando el teléfono, la billetera, las llaves de su vehículo y las de su casa en uno de los cajones. Colgó el abrigo en uno de los ganchos antes aflojar su corbata y de empezar a desabotonar la camisa. Dejó todo pulcramente guardado, su cabello estaba debidamente recogido bajo la máscara que no podía quitarse aunque quisiera y que solo dejaba su boca destapada. Una vez desnudo, sin siquiera su reloj puesto, tomó la bata que había y se cubrió. Era la cuarta vez que iba y la tercera mujer con la que estaría.

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Flashback

Jugó con la pequeña tarjeta de color negro y rojo en su mano, logrando que la luz reflejara en esta y dejara ver 2 sencillas palabras "Club Tres", al respaldo había un teléfono. Por supuesto que había buscado por internet, con un nombre tan común no había absolutamente nada que le diera una pista sobre lo que era tal club, al buscar la dirección que le dieron para la cita solo aparecía que era un edificio de oficinas. Edificio que estaba viendo en ese preciso momento desde su auto, completamente indeciso sobre lo que planeaba hacer, exhaló con pesadez, giró el volante y pisó el acelerador lo suficiente para que su vehículo avanzara hacia el parqueadero. Se detuvo frente al intercomunicador y bajó el vidrio de su ventana.

- ¿Sí?

- Tengo una cita a las 10

- ¿Puedo ver la invitación? — lo pensó por un momento ¿Qué invitación? no tenía ninguna invitación. A menos qué... mostró la tarjeta con la que estaba jugando hace un momento. La puerta hizo un ruido que indicaba que se iba a abrir.

Se adentró despacio en el lugar, había suficientes lugares disponibles por lo que escogió uno en el que consideró no lo veían tan directamente las cámaras que había y al que no le sería muy difícil regresar en caso de querer irse a prisa. Guardó la tarjeta entre el abrigo de su traje y caminó hacia el ascensor, este se abrió automáticamente y de la misma forma se cerró, empezando a subir sin siquiera haber marcado un piso de destino, otra cámara vigilaba así que simplemente se dedicó a esperar, sabía esconder lo que realmente pensaba a la perfección. Al salir vio a su alrededor, todo era blanco y se veía casi aséptico, parecía una clínica ¿por qué le había recomendado ese lugar?

- En un momento lo atenderemos — la secretaria detrás del escritorio le señaló un mueble y continuó organizando unos expedientes. No había folletos informativos o revistas, ni nada que indicara en dónde estaba.

Se sentó y tras algunos minutos lo hicieron pasar a una oficina, todo seguía siendo blanco pero no había ninguna camilla o implementos médicos, solo era un despacho con varios archivadores, algunas porcelanas de marionetas y otros tipos de títeres, un escritorio con 2 sillas, 3 muebles blancos y una mesa de café en el centro de estos.

- Por favor tome asiento señor Hyūga – habló el hombre que estaba allí sentado, este se veía casi de su misma edad, sin demostrar expresión alguna lo hizo, el gafete sobre el escritorio solo decía K.S. - Director

- ¿Cómo sabe quién soy?

- Nuestras invitaciones son exclusivas, la persona que le dio la suya nos informó previamente que pensaba hacerlo — sacó lo que parecían unas pastillas de menta y se las ofreció, las rechazó — además llamó desde su propio teléfono a pedir la cita

- ¿Qué es este lugar?

- ¿Ella no le explicó? — negó con la cabeza

- Solo me dijo que aquí encontraría lo que busco — el hombre mostró una sonrisa

- Somos una empresa de servicios — ¿servicios? — pero no ESE tipo de servicios, no somos una empresa de acompañantes ni mucho menos un prostíbulo, somos más bien unos intermediadores.

Club Tres (NejiTen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora