Penalización

513 66 7
                                    

Los días le parecían cada vez más largos, no estaba seguro si era por tener que pasarlos solamente en compañía de ella y que esta solo le dirigiera la palabra para lo estrictamente necesario, o porque lo único que deseaba con ansias es que la tarde de viernes hiciera presencia para volver a estar junto a su liebre. Sin duda esa mujer tenía experiencia y podía asegurar que era mayor que él, pero no le parecía que la diferencia fuera mucha, y por el rango de edad que había seleccionado era evidente que no. Además casi podía jurar que en ese mes que llevaba viéndola una vez a la semana había tenido más placer que en los últimos 2 años, por lejos.

Siendo por fin su anhelado viernes y tras regresar de almorzar se concentró en el fraude al seguro, las firmas no coincidían pero igual lo habían pagado, había algo en ese caso que no le quedaba claro y necesitaba comparar con uno de los testimonios, levantó la mirada y pudo ver que la mesa estaba completamente cubierta de papeles, Tenten no era desordenada, de hecho cubría toda esa cantidad de espacio porque tenía la habilidad de ver todo al tiempo, siempre mordiendo un lápiz, empezaba a entender porqué era tan buena en su trabajo y le desarmaba sus casos con tanta facilidad. El problema es que cada vez los enterraba entre más información.

Se rindió con el seguro porque Tenten le protestaría si movía uno solo de los documentos que revisaba y optó por abrir una de las cajas nuevas, él había señalado previamente algunos números telefónicos que se repetían solamente la última semana que vieron a la víctima con vida y que también estaban en las llamadas del acusado, por lo que ella pidió los registros correspondientes, así que ahora tenía un hermoso montón de carpetas más por cotejar. Ni siquiera tenía sentido quejarse o querer no haber notado eso, a fin de cuentas era parte del trabajo. Buscó un resaltador y volvió a su esquina designada sin preocuparse por la hora, Tenten se iba temprano los viernes así que en el momento que esa alarma sonara pausaría lo que hacía, con eso en mente se sumergió en los números frente a él.

- Si se van a quedar muy tarde deberían pedir algo de cenar — habló Shino asomándose de repente

- ¿Qué? — preguntó él sin entender

- Que ya casi son las 6 y...

- ¡¿Es qué hora?! — reaccionó ella asustada — ¿por qué no sonó mi teléfono? — excelente pregunta, la vio empezar a mover algunas hojas a ver si estaba en el mar de papeles

- Debo hacer una llamada — ni porque su carro volara alcanzaría a llegar. Pasó junto a Shino y se encerró en la sala del lado, marcando el número del Club, por una vez que confiaba en la odiosa abogada.

- Buenas tardes Azor ¿en qué le podemos ayudar?

- Tengo que cancelar mi cita de hoy

- Faltan 15 minutos para esta, lo recomendable es hacerlo por lo menos con 3 horas de antelación inhaló profundo para controlar su mal genio

- Lo entiendo, pero me surgió un percance

- Su contraparte no ha llegado aún, le avisaremos de inmediato. Si ella presenta una queja tendrá una penalización

- Está bien — sería su primera penalización por lo que no le preocupaba mucho, aunque no fuera su culpa habérsela ganado — por favor pregúntenle si acepta verme el próximo viernes a la misma hora — quiso agregar algo así como prometer compensárselo, pero dudaba que a la persona al otro lado de la línea le importara

- Le confirmaremos por mensaje, que tenga buena noche no, no tendría una buena noche. Acababa de perdérsela.

Borró el número de las llamadas realizadas y guardó su teléfono en el bolsillo, Shino no se veía por ahí y la mujer estaba apilando las carpetas al parecer con la esperanza que su aparato estuviera debajo de alguna de estas.

Club Tres (NejiTen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora