Concertaciones

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Abrió los ojos con pereza porque la alarma estaba sonando y de inmediato pudo notar que la cama estaba vacía. Él rara vez se levantaba primero, eso era extraño. Se dirigió a ducharse y mientras desayunaba le pareció aún más extraño descubrir que no estaba ni siquiera en el departamento. Terminó de vestirse y al revisar el teléfono vio el mensaje felicitándola por su cumpleaños número 34 y diciéndole que pasaría por ella al finalizar su jornada laboral para que fueran a cenar juntos. Aunque no decía a dónde irían revisó su atuendo, ese vestido le serviría si el restaurante era elegante. Tomó su bolso y se subió al ascensor para ir al sótano. Desde que llevaban como 6 meses alternaban en qué departamento se quedaban, pero en el viaje a Londres lo hablaron y tan pronto regresaron ella se había mudado por completo con Neji y su propia vivienda era ahora un hospedaje universitario para estudiantes que vinieran de otros lugares y no pudieran costearse la estadía. El tiempo había pasado volando y ellos ya llevaban 2 años y poco más de 1 mes de relación.

¿Novedades? Su rumor se había esfumado, nadie había vuelto a poner en tela de juicio su vida privada desde que ellos eran pareja y aunque eso le parecía supremamente machista, no se quejaba, sobretodo porque en más de una ocasión los habían visto muy cariñosos intentando escaparse de alguna aburrida reunión, así que circulaba un nuevo rumor y era que él no le podía sacar las manos de encima y eso sí le parecía horrible, injusto e impreciso, ella tampoco quería dejar de tocarlo. Aunque no fue del completo agrado de Hiashi, Neji había aceptado el trabajo de profesor, se le daba bien enseñar lo importante en el ejercicio de la profesión y cómo ayudar a traer equidad desde lo que se hacía día a día, y ya le habían ampliado las clases, ahora también dictaba algunas materias de Civil. Y por supuesto, era aún mejor en explicarle como subir la nota cuando ella iba a visitarlo a su oficina.

Temari había tenido un niño, Shikadai. Del cual ella era madrina, era idéntico a su padre pero tenía el color de ojos de la madre y esta se la pasaba refunfuñando por el poco parecido a su familia. La pareja se seguía tratando de una forma bastante parecida pero era evidente que les encantaba discutir entre ellos y que estaban felices con el pequeño que corría por toda la casa y que ya balbuceaba sus primeras palabras.

A la hora del almuerzo salió con Kankuro, quien la había llamado el día anterior para invitarla y tras reírse un rato por las palabras que había usado, recordando el inicio de su relación, aceptó y mientras comían lo escuchó, las cosas con Aiko estaban tensas pues la mujer quería que se mudaran juntos y él no estaba seguro. Quejándose que nunca había tenido ese dilema, mientras ellos estuvieron juntos más allá de compartir vacaciones a ella nunca le nació tal cosa y por su estilo de vida claramente no hubiera funcionado, pero ahora estaba un poco más serio... o bueno, al parecer por fin era fiel.

En su trabajo estuvo investigando un proceso que le había llegado ese día, nada complicado al parecer, pero seguía revisando todo con pinzas. Kiba y los demás compraron un pastel para comer entre todos, la firma continuaba creciendo a pasos enormes y ya se habían tenido que cambiar a un espacio más grande. Pero eso sí, seguían cerca al juzgado. Estaba mordiendo un lápiz cuando Neji entró a su oficina, faltaban algunos minutos para finalizar la jornada así que mientras esperaba le ayudó a leer el caso, haciendo algunos comentarios al respecto que ella agradeció, los revisaría al día siguiente. Salieron del lugar y en el auto pudo ver que algo lo tenía perturbado.

El restaurante era a las afueras de la ciudad, la mesa estaba en un pequeño balcón privado para ellos. Cenaron hablando muy poco y lo vio tomar más vino del que solía así que dejó su propia copa quieta, segura que ella conduciría de regreso. La comida finalizó y estaba a punto de preguntarle qué le ocurría cuando él finalmente pareció tomar impulso

- Hay algo en lo que he estado pensando este año – su mirada era indescifrable – considero que hemos comprobado que tenemos muchas cosas en común

Club Tres (NejiTen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora