VII. no correspondidos

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Desperté, cuando oí mi alarma sonar, la apague e intente pararme pero una mano en mi cintura me lo detuvo, sonreí al ver a Jacob quejarse escondiendo su cabeza en las sabanas rosas de mi cama

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Desperté, cuando oí mi alarma sonar, la apague e intente pararme pero una mano en mi cintura me lo detuvo, sonreí al ver a Jacob quejarse escondiendo su cabeza en las sabanas rosas de mi cama.

—Jacob,—lo moví—despierta—lo moví una vez más—tenemos que ir a la escuela—sonreí 

—cinco minutos más—se quejó 

—vamos,—quite la sabana de su cara, viendo su ceño fruncido 

—no vuelvo a dormir contigo—se levanta—iré a bañarme —sonreí tallandome los ojos sin poder creer que Jacob había dormido conmigo ayer 

—si, esta bien—me paró caminando a mi armario

—adiós—salió de la habitación y cuando asegure que estuviera lejos solté un pequeño gritó de emoción bailando un poco 

Cambié mi ropa por un jeans negro a la cintura y una blusa gris de manga tres cuartos con el estampado de un tigre, miré mi silla y vi el suéter de Jacob así que me lo coloque, baje y todos ya se habían ido, suspiré y tomé la ruta de siempre, la que atravesaba el parque, sonreí internamente al no ver a Derek esperándome, el día pasó lento y no ví a Jacob siendo que compartimos casi todas las clases, suspiré y corrí de vuelta a casa para poder verlo, no sabía si se había enfermado.

Subí a mi habitación a dejar mi mochila y después baje a la cocina donde no había nadie, ni siquiera Jacob, solo una nota rosa en el refrigerador. 

—hola Beth, Andy y Jacob salieron y volverán más tarde irán a pescar, yo llegaré tarde del trabajo así que prepare lasaña, tu favorita, calientala con cuidado a cinco minutos en el horno—fruncí el ceño y miré que era comprada—posdata, siento no haberla hecho —leí en voz alta, bufé y comí la lasaña un poco desanimada 

Al terminar lave los platos y encendí la televisión para ver una de las películas antiguas que les gustaba a la familia Barber, sonreí al ver la película de mamá en televisión, suspiré y miré mi teléfono, tenía llamadas perdidas de Ben, decidí ignorarlas y seguir viendo la película hasta que el timbre sonó, me paré a abrir.

—hola, Ben—salude amablemente viéndolo como en su cara traía una enorme sonrisa  

—te traje esto—me extendió un bote que tenía el logo de la heladería donde trabajaba Sarah en vacaciones 

—Ben,—sonreí al ver mi helado favorito—gracias, no debiste es muy caro—la abrace sin soltar el helado de nuez

—me perdonas—asentí abrazandolo —lamento mucho lo del rumor—suspiré viendo el cielo y sus nubes amenazantes que significa que llovería más tarde

—claro, sería una tonta si no perdonó a un amigo que vino hasta mi casa, y compró mi helado favorito—un trueno se escuchó y salté del miedo—pasa—el dudo pero entró observando la casa con atención

Surrender ||Jacob BarberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora