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La noche anterior fue peor que las anteriores, no había ni siquiera pegado un ojo en la noche, mis ojeras estaban marcadas, mi mejillas rosadas de tanto llorar mis ojos estaban hinchados, mi cabello despeinado, mi corazón roto y unas inmensas ganas de irme de aquí. Cambié mi vestimenta por una más alegre, mi blusa era blanca con un arcoíris dibujado y una falda negra que llegaba a mis tobillos con pequeños dobladillos, mis tenis con arcoíris combinaban a la perfección.
Coloqué un poco de maquillaje para borrar las señas del día anterior y me puse una diadema morada en mi ahora corto cabello, suspiré viendo en el espejo la fachada de una niña que fingía ser feliz, mi cara era pálida y sin vida, no como la de Sarah, su piel era hermosa, su pelo era largo y rizado a diferencia del mío, suspiré notando las grandes diferencia entre Sarah y yo.
Baje sin ganas al comedor topandome con toda la familia Barber, miré a Andy y a Laurie con una sonrisa y fue cuando decidí posar una en mi intentando ser positiva al menos Jacob fue sincero conmigo.
—hola—saludé de beso a los adultos y solo miré a Jacob incómoda —¿cómo les ha ido?—cogí un manzana y la mordí
—muy bien,—sonrió Andy—gracias por preguntar Beth—sonreí y seguí comiendo—ayer—miré a Andy con miedo de que hubieran escuchado —chicos—nos miró—no se avergüencen de que durmieron juntos, lo hacían cuando eran más pequeños—sonreí
—Andy, es solo que tuve miedo y Jacob se ofreció a cuidarme hasta que me quedara dormida —asentimos los dos—y al parecer se durmió
—se veían muy tiernos—asentí terminando de comer mi manzana por la horrible tensión que sentí hacia Jacob
—me tengo que ir, hoy tengo que entregar un proyecto y no quiero llegar tarde—tome mis cosas
—ah si—asentí—¿y tu Jake?—Laurie lo miró con una ceja alzada
—vamos en el mismo equipo—mencionó terminando su cereal
—bien, pues ve con ella y ayudale—ordenó—no aproveches de lo buena que es Beth—estornude cubriendo mi cara con pelo evitando que vieran mis lágrimas rodar, las limpie rápido—ay, cariño creo que te estas enfermando—pusó su mano en mi frente—no tienes temperatura pero tus ojos están muy irritados—lamí mis labios
—de seguro es porque ayer antes que fuera Jacob, estuve llorando por la pesadilla que había tenido—suspiré contando cuántas mentiras había contando en una sola mañana
—bueno, si quieres hoy podemos dormir contigo y con Jacob—asentí—será como una pijamada—Andy rio y bebió de su café
—sí, sería genial—muerdo mi labio sin saber que continuar—creo que me iré—me dirigí a la puerta y la abrí saliendo y al instante que salí del porche estaba siendo empapada por la lluvia que había pasado de desapercibida por mi
