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Reía sin para ante los chistes malos de Jacob, me limpié la lágrima que salió por mi ojo y me acerque a darle un beso en los labios premiándolo por el chiste.
─te amo─ acaricie su mejilla mientras me subía a horcadas, abrí mis piernas y me senté en sus piernas─ ¿te imaginabas esto?─acaricie su pelo ─tu y yo─ el negó acariciando mis piernas
─no, ¿y tú?─ asentí ─vaya─ rio ─me enamoraste ─ solté una risa
─tu lo hiciste primero ─me queje─ aun no supero la "charla"─ miré la caja de preservativos que nos dieron
─si yo aun no puedo creer que nos dieron eso─ señalo la caja
─ yo tampoco─ mi piel se erizo cuando sus manos llegaron a mi trasero─ Jake─ regañe
─¿qué?─ dijo inocente apartándolas ─solo me canse de moverlas y decidí parar ─mi mejillas estaban rojas
─si, bueno las tenias en mi...─ el sonrió sínicamente ─o sabes bien donde las tienes─ el rio ante mi vergüenza
─solo jugaba─ quito sus manos de mi trasero para dirigirlas donde esta el inicio de mi vestido lila ─ ¿o quieres que pare?─ negué sintiéndolas subir por espalda haciéndome que me arquee para atrás dejando mi cuello libre
─sigue─ murmure cuando sus labios besaron mi cuello y sus manos jugaban con el zíper de mi vestido amenazándolo con bajarlo ─hazlo─ pedí, el me hizo caso dejándome en ropa interior─ mi turno─ dije con las mejillas coloradas, quite su camisa y mis labios se fueron a su cuello
─ Beth, detente o no podremos parar─ me advirtió entre jadeos, dejo de besarlo y beso su cuello
─¿quieres continuar? ─ preguntó nerviosa
─¿tu quieres?─ Jacob levanto mi cara para mirar esos hermosos ojos azules
─te amo─ beso mi labios dejándome a un lado
─todo a su tiempo, Beth ─ entrelazo nuestras manos besándolas ─ quiero que esto sea para siempre─ suspira
─mañana iré a ver a mi padre ─ confesé acurrucándome en él ─ tengo miedo de que salgo igual que la última vez
Nos quedamos dormidos después de volvernos a vestir y seguir entre charlas triviales, no dejaba de estar nerviosa por lo de mañana era algo que tenía que hacer si quería seguir viviendo con los Barber.
Coloque el cinturón blanco en mi vestido rosa, acomode mi cabello preparada para verlo entrar por la puerta de la cafetería de la ciudad, jugué con mis manos viendo la hora en mi teléfono, dos horas de retraso nada nuevo en él.
Me acomode en mi silla revisa el buzón de mi celular o asegurándome de el día previsto, tome de mi té para seguir esperando unas cuantas horas a su llegada, mi celular vibra con una notificación de Instagram, bufo apagándolo y acomodarme en mi asiento.
