XVI. charla

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Al despertar Jacob seguía dormido y yo me sentía mejor así que decidí brincarlo y bajar para hacer el desayuno de toda la familia para recompensaros por el vergonzoso susto que les hice pasar, pero algo no andaba bien miré por la ventana sin siqui...

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Al despertar Jacob seguía dormido y yo me sentía mejor así que decidí brincarlo y bajar para hacer el desayuno de toda la familia para recompensaros por el vergonzoso susto que les hice pasar, pero algo no andaba bien miré por la ventana sin siquiera mirar la la sala que era donde estaban Laurie y Andy platicando, miré y reconocí ese auto enseguida.

—mamá—voltee y en efecto estaba ella ahí junto con Jackson y papá que lucía mejor que la última vez pero con golpes que al parecer fueron hechos recientes al igual que los de Jackson y como no es algo de otro mundo supuse que habían peleado cuando llegaron

—hola—saludo con una mano y la otra en su vientre con el embarazo más avanzado 

—hola—me dirigí hacia ellos con una sonrisa—¿cómo te va en el embarazo?—pregunté por cortesía ya que siendo sincera me importaba más cuantos granos de arena tienen todas las playas juntas 

—oímos lo que te paso—intento tocar mis manos pero las aparte—¿cómo te sientes?—miré a Laurie y asintió

—mejor—baje mi mirada sin dejar de sonreí—de hecho viene a preparar el desayuno,—giré y me encamine a hacerlo

Estuve aproximadamente media hora haciendo panqueques con malteada de vainilla, las decore con frutos rojos haciendo la perfecta combinación de ellos, coloque los platillos y los llame a l mesa incluyendo a Jacob quien me había ayudado si es que se le puede llamar así, solo lavo los frutos y vatio la malteada que ni siquiera quiso poner los ingredientes en el vaso.

—gracias—dijo mi mamá pero calló al solo ver cuatro platos, fue un momento incomodo pero victorioso 

—perdón, es que la ultima vez que hablamos no sabía cocinar y ahora si así que como no lo sabías no quería que te sorprendieras ya sabes por el embarazo—sonreí bebiendo de mi deliciosa malteada

—claro, desde hace dos meses que no hablamos—dijo avergonzada o al menos lo fingió, reí sentándome en la mesa atrayendo la vista de todos

—aprendí a cocinar a los diez años—dije—pero no te preocupes no envenene nada de los ingredientes—con mis cubiertos corte un pedazo de este

—hija—reprendió mi padre al ver los ojos de mamá cristalizarse

—ella la última vez que hablo conmigo dijo que yo le podría hacer mal al bebé—comí el pedazo de panqueque—así que tenía miedo que pensara mal

—¿desde cuando eres así?—preguntó limpiando una lágrima

—esa no es la pregunta—me paré azotando mis manos con la mesa—la pregunta es ¿en donde estuviste cuando paso?—las lágrimas se acumularon en mis ojos—no respondas ya que tu embarazo lo respondió—una fuerte cachetada de parte de ella impacta con mi mejilla

—Beth,—Laurie se acerca a mi para asegurarse que este bien 

—no te preocupes Laurie,—la aleje y fui directo a la sala—quieren hablar—me cruce de piernas—hablaremos—los miré retándolos

Surrender ||Jacob BarberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora