Este año ha sido una total locura. Nada de lo que me pasa pensé llegar a vivirlo, y mucho menos tan rápido. He aprendido mucho, reí, lloré y conocí muchos lugares y personas. Lo curioso es que siento que todo empezó verdaderamente a mediados de mayo. ¡Quién lo diría! Mi historia –si se puede llamar así- ya está llegando a ser potencialmente envidiable, creo. O al menos si conociera a alguna otra chica común con una historia así como esta, desearía ser ella. Descubrí que yo puedo llegar a querer con tanta fuerza como lo hacen las chicas de las que me burlaba antes. De hecho, ahora entiendo esas películas cursis, porque estoy viviendo mi propia fantasía.
-¿Nerviosa?-me dice el chico que me tiene el mundo de cabeza.
Sonrío y lo miro. –No tanto…-
-Veamos si dices lo mismo cuando estemos en el aire-me guiña el ojo.
-Buenos días pasajeros del vuelo 24560, les habla su capitán para informarles que despegaremos en estos instantes.-
-Ay no-dije casi en el mismo instante que terminó esa frase.
Oí que Thiago rio a lo bajo y luego me abrazó. Claro, cuando lo tienes al lado por unas aproximadas dos o tres horas pasa de lindo a estresante. ¿Alguna vez te he dicho lo mucho que habla? Me haré la dormida si eso es necesario.
Apenas me bajé del avión y entré al aeropuerto, quedé en shock con el bello paisaje cubierto de blanco apreciable desde la gigante pared de vidrio que había. Era la primera vez que veía nieve, y no podía esperar a tirarme en ella y rodar en el suelo. Al parecer los demás no estaban muy diferentes a mí, pues en verdad la antigua pero a su vez moderna y hermosa cuidad con esa hermosa cubierta de nieve te robaban el aliento sin duda alguna.
Luego de terminar todos los trámites y aplicar el inglés que sé salimos hacia los estacionamientos donde debía estar nuestro autobús que nos llevaría hacia el hotel. Al fondo logré ver un bus de viajes, por lo que pensé que ese era… pero cuando veo es un típico bus de colegio el que nos transportaría. Seguro en cualquier otro momento me hubiese quejado, pero por la alegría que cargaba no hubo muchas quejas de mi parte… muchas. Thiago se sentó más atrás con Nathan y otros chicos, mientras yo estaba adelante junto con Sara, que también venía en el combo.
-Me pregunto cómo será el hotel-me dice Sara mirando por la ventana como caen los copos de nieve uno a uno. Es sorprendente que cada uno de ellos es distinto. La naturaleza es una maravilla, y yo que ni lo aprecié antes.
Lo que hace un año, señores.
-Esto es Nueva York, con eso te digo todo-le respondí como si fuese la cosa más obvia del mundo.
Me puso los ojos en blanco y ambas reímos.
***
Recién nos registramos en el hotel... vaya hotel. Es otro de la franquicia Hilton y uno de los más cotizados en la quinta avenida de Manhattan. Frente el hotel está un centro comercial que por lo que veo es muy perfecto, como casi todo lo que he visto hasta ahora.
Comparto habitación con Sara y justo al frente están Thiago y Nathan.
-Oye, Mariana-me dice Sara desempacando.
-¿Dime?-le respondo.
-Voy a ir a la habitación de los chicos, ¿vienes?-
-Eh no, tengo que... desempacar-mentí.
-Yo veo todas tus cosas bien guardadas pero...-sonrió de lado-Está bien. Si necesitas algo, llámame-.
Asentí y luego agarré la primera prenda que vi por ahí para seguir en mi plan de "desempacar", al menos hasta que Sara saliera.
***
No soporté la curiosidad cuando se hicieron las 11:30 y escuché que los del cuarto vecinos habían vuelto de lo que parecía el centro comercial, miré por el ojal y vi que mi percepción era acertada. Nathan se despidió y se quedaron Sara y Thiago afuera. Me extrañé por eso.
-¿Crees que le guste?-le pregunta el algo preocupado.
-¡Seguro que sí! Conociéndola amará ese detalle-.
-¿Y si no qué?-
-Ay Thiago, no seas tan negativo-le pega en el hombro-. -Todo saldrá bien-.
-Eso espero... hasta mañana Sara-.
Ella se despidió con un ademán y cuando iba a poner su tarjeta en el sensor me percaté que estaba en el ojal de la puerta e hice una voltereta ninja donde se me cayó la silla en la que me subí para poder ver con mi decente metro cincuenta hacia afuera. Con mucho esfuerzo pude quedar de pie antes de que entrara.
-¿Qué se supone que hacías?-rio divertida.
-Sentadillas-dije casi tratando de convencerme de ello.
-¿Y tirar la silla es parte de tu rutina?-
-No seas ridícula-puse los ojos en blanco-. -Sólo me asustaste. Por cierto, ¿dónde estaban?-
-En el centro comercial...-me dijo algo preocupada de que siguiera preguntando.
-¿Haciendo qué?-
-Estábamos... comiendo-.
-¿A esta hora? ¡No mientas, Sara!-
-Oye, tranquila-alzó las manos para que me calmara, pero la verdad no quería. -No me senté junto a Thiago, si es lo que te preocupa-.
-¡No estoy celosa!-
-No dije lo contrario, tú sola interpretas las cosas mal-.
Solté un bufido algo masculino para mi estilo y decidí dejar las cosas así para darme un largo baño con el nuevo jabón de Lush que me compré.
Cuando salí del baño un poco más tranquila –y con un rico aroma a jazmín- vi que Sara ya dormía. Sin embargo yo me quedé un rato más aquí desahogándome y pensando un poco.
¿A qué se habrán referido Thiago y Sara hace un rato? ¿Qué será lo que habrá comprado? ¿Por qué se veía tan preocupado que lo que sea que haya comprado le agrade a "ella"? ¿Quién demonios es "ella"? ¿Esto que estoy sintiendo ahora serán los conocidos celos?
N/A: Hola! Espero que estén todos bien y que les haya gustado el capítulo (voten, no sean así u.u). He pensando mucho cómo seguir con todo este argumento y he llegado a la coclusión que este diario se cerrará dentro de unos dos o tres capítulos. Creo que les gustará el final :) Gracias por leerme, llegamos a 1.8k!
-Astrid
ESTÁS LEYENDO
El Diario de Mariana
RomanceMariana, una chica como cualquiera, cuenta cómo su vida cambió de rutinaria a una total aventura, todo gracias a sus amigos que la acompañan, y por supuesto a ese chico al que conoció de casualidad, sin ella esperar que ese momento era el inicio de...