¡A que no crees lo que me pasó hoy!
Sucede que hoy sábado había una feria de perros en el Centro de Convenciones, y por supuesto, llevé a Leah. Me encontraba muy emocionada ya que casi ni salgo, y menos con ella. Mi mamá, como siempre, me compró ropa nueva para ir (aunque no pasaba mucho tiempo con ella debo admitir que me daba todo lo que necesitaba, y más). Nos compró a mi y a mi perrita una blusita turquesa con negro y decorada con lentejuelas plateadas, lo único es que yo usé un jeans negro. Leah iba muy linda con sus zapatitos negros y lazito turquesa jaja...Bueno, la cosa es que iba muy contenta y cuando llegué salí corriendo porque al parecer mi hermosa puddle estaba aún mas ansiosa que yo. Dejó de correr cuando como que vió a otro perro, era un beagle blanco y manchas color caramelo y café. Empezó a olfatearlo, claro, eso es normal...Pero lo que me aleró fue ver al muchacho que era dueño del perro emopezó a acariciar a Leah. No es normal que se deje...hace tiempo lo hubiese mordido. Fue cuando me dió por acercarme y dije:
"¡Hey! Veo que encontrastes a mi perrita."
El chico se voltió y...¡era Thiago! Esto es el colmo. Ya el tipo me aparece hasta en la sopa.
"¡Mariana, que sorpresa!" -me respondió.
¿Y yo que hice? Me limité a sonreír, y sentía como me ardían los cachetes de la vergüenza.
La verdad me quedé casi todo el rato con él. ¡Es súper divertido! Decía puras locuras y se burlaba de cualquier cosa. Todo muy tranquilo y divertido, es más, ni me sentí avergonzada en las horas que estuvimos juntos no me sentí para nada incómoda. Muy buena la cosa hasta que me dió por mirar a un lado y ¿qué vi? A Mauro, mirándonos, enojado. Para disimular tuve que saludarlos, como si nada hubiese pasado. Me saludó, pero noté su enojo, era muy evidente. Pero no sé, como que no me importó y me fui con Thiago de nuevo. Ya Mauro se alegrará después.
Tyler (el perro de Thiago) y Leah parecían disfrutar de pasar tiempo untos. Y nosotros no eramos la exepción. Es más, noté como algunos nos miraban con envidia.
A eso de las 6 de la tarde el evento terminó, y nos tocó despedirnos. Nuestros perros se pusieron a chillar y eso como que nos conmovió.
Este día definitivamente quedará en mi memoria.
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El Diario de Mariana
RomanceMariana, una chica como cualquiera, cuenta cómo su vida cambió de rutinaria a una total aventura, todo gracias a sus amigos que la acompañan, y por supuesto a ese chico al que conoció de casualidad, sin ella esperar que ese momento era el inicio de...