Gokú En Nanatsu No Taizai(El Ex-Hakaishin)

Lo Que Puede Hacer Una Princesa.

Elizabeth y Diana se encontraban fuera de la taberna conversando mientras admiraban el firmamento de la noche.
-Entonces…. ¿tú y el capitán no son nada?  Le preguntaba Diana a Elizabeth.
-Por enésima vez no. Respondería la princesa algo molesta.
-Está bien, ya entendí. Respondería Diana jugando con su cabello.
Al parecer las 2 se estaban comenzando a entenderse, aunque Diana al principio creía que entre Meliodas y Elizabeth había algo, después de hablar con la princesa durante un tiempo empezaron a llevarse bien.
-Y bien Elizabeth, ¿Para que buscas a los pecados capitales?. Preguntaría Diana.
Elizabeth solo daría un suspiro para después decir…
-Para liberar al reino, al parecer los 2 grandes maestros y los caballeros sacros planean dar un golpe de estado al reino y liberar a la raza de los demonios, pero para eso necesitan 2 cosas.
-¿Qué cosas?. Preguntaría Diana curiosa.
-Solo alcance a escuchar que necesitan “la pieza faltante del sello” y al parecer “sangre del clan de las diosas”, después pude escuchar que me nombraban, cosa que ha confundido ya que yo…. Elizabeth se quedaría callada.
-¿tú qué?, Preguntaría Diana.
-no, nada olvídalo. Diría la princesa para perderse en sus pensamientos.
-Conozco esa mirada, extrañas alguien, ¿verdad?   Diría Diana viendo a Elizabeth sentada mientras abrazaba sus piernas.
-no te lo puedo negar, la verdad extraño a mis hermanas, a mi padre y en especial a 2 personas…
Esto último lo diría con una sonrisa que no pasó desapercibida para Diana.
-debe de ser duro para ti, el separarte de las personas que amas. Diría Diana.
-uff, la verdad sí, no hay momento que no piense en ellos. Diría la princesa.
-ahora que recuerdo el capitán me dijo que había un aliado infiltrado entre los caballeros sacros, ¿es eso cierto?  Preguntaría Diana.
-sí, y no dejo de preocuparme por él, tengo miedo de que lo descubran, miedo de no volver a verlo, miedo de que algo malo le pase…..Diría Elizabeth con una mirada de preocupación pero esta miraría la luna y dando una ligera sonrisa.
-¿Por qué miras tanto la luna? Preguntaría Diana con algo de curiosidad.
-es la forma de sentirlo cerca de mí, a pesar de estar a kilómetros de distancia, sin importar la obscuridad de la noche, solo estamos bajo la misma luna y al mirarla podemos sentirnos cerca….Diría la princesa sin apartar su mirada del cielo perdida ante la belleza del astro.
-wow, que bellas palabras Diría la gigante.
-son unas palabras muy ciertas, aunque parezca una tontería. Diría Elizabeth.
-seguramente, “El” debe de ser alguien muy importante en tu vida. Esto lo diría Diana con picardía en sus palabras.
-Lo es, es una persona muy importante en mi vida. Diría la princesa con un brillo en sus ojos.
Diana al ver eso entendió todo, era más que obvio, ella como chica comprendía y reconocería perfectamente ese sentimiento y esa manera de hablar de alguien, es de alguien que esta….Enamorado.
-jeje, comprendo. Diría Diana dándole una sonrisa a la princesa.
-¿sabes?, cuando nos vimos por primera vez creí que entre tú y el capitán había algo. Seguiría diciendo Diana.
-si me di cuenta. Diría Elizabeth volteando a verla.
-no pensé eso solo por verlos juntos, sino que…. Diana se detendría de hablar cosa que confundió a la princesa.
-sino…… Diría Elizabeth alentándola a continuar hablando.
-sino porque vi como el capitán te veía. Esto lo diría en voz baja para que solo ellas escucharan.
-¿a qué te refieres?. Preguntaría Elizabeth confundida.
-note que el capitán te veía con un brillo en sus ojos, como si te conociera de toda la vida, lo cual es extraño porque según lo que me has contado no lleva mucho tiempo de conocerse. Diría Diana.
Esto último dicho por Diana dejo confundida a Elizabeth ya que ella no lo había mencionado pero…..Sentía que ya lo “conocía” de alguna parte, aunque no solo era eso, sino que normalmente al momento de que el intento manosearla por primera vez ella normalmente lo golpearía y se iría sin importarle que el fuera un pecado capital, pero no lo hizo y ni ella misma sabia la razón, solo sabía que “algo” que la había obligado a no irse.
-seguramente era mi instinto que me indicaba que no fuera porque había encontrado a un pecado y esa es mi misión. Es lo que ella pensaba..