Capítulo 8: Por fin

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Zack

-¿Eh?- pregunté sin entender nada- ¿Que cosa?

-Ya lo sé todo. Lo del barco, lo de los poderes, ¿Porque no me dijeron nada?

-Es que no queríamos asustarte- habló mi hermana- era un tema bastante duro. Te lo íbamos a contar después.

-A, ¿Sí? ¿Cuando?

-En algún momento, pero no queríamos arruinarlo.- dije

-Uy que pena. Ya lo arruinaron- dijo antes de irse corriendo a su cuarto.

-Porque está tan enojada?

-Bueno, imagina que su vida acá es una mentira.

-No es una mentira! Solo hay unas cuantas cosas que no le contamos.

-Siempre fue exagerada.

Suspiré.

-Bueno punto. Voy a ir a buscarla.

-Miren, a mi hermanito consolando a su novia- dijo en tono burlón.

-Hey, YO estoy arreglando el error que LOS DOS cometimos.

-Touche.

Me fui corriendo al cuarto de Am.

-Amy?- me acosté en la puerta y me deje caer, sentándome en ella.

-¿Que pasa?- preguntó. Se notaba que ella también estaba en la puerta. Se escuchaba cerca.

-Perdón. No queríamos que te enojaras. Solo que, era un tema delicado. Y entiendo que sientas que desde que llegaste acá todo es una mentira, pero, no era nuestra intención.

-No. No lo era, pero, eso na hace que no duela. Y quizás me estoy enojando por nada, pero, si me lo hubieran dicho, podríamos habernos ayudado mutuamente, podríamos haber descubierto algo. No es que no me hayan contado lo que me enoja, sino porque los podría haber ayudado.

No sabía qué decir. Tenía razón, y no lo podía negar.

-Am, viste lo de que eras mi novia.

-Gracias, otra cosa para la lista de porque enojarme con vos- dijo sarcásticamente.-Pero en serio. Eso me dolió más que lo otro. Porque sinceramente, si yo estuviera con alguien, querría que fuera porque nos queremos, y no porque esa persona quiere impresionar a alguien.

-Am, yo sé que estuve mal, pero es que... - no me salían las palabras. No sabía cómo decirlo. Cómo decirle que me gustaba- estaba celoso. No podía ver cómo se miraban. Y si, no estuvo bien, pero, en realidad, sí me gustas. Y mucho. Y por eso no podía dejar que él estuviera contigo. Así que, si en algún momento me pudieras perdonar, quizás podríamos ser algo más que amigos.

Esperé una respuesta. No hubo. Pero cuando me estaba levantando para irme, ella abrió la puerta, y me besó.

El bosque de GreenforceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora