Capítulo 15: Las hipnosis cansan

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Amy

Fue la experiencia más rara de mi vida.

No sé qué poder mágico tenía ese tipo, pero él decía "mira acá" y mis ojos se dirigían rápidamente a ese lugar sin que yo pudiera hacer nada al respecto.

En un momento dado me dijo que parpadeara. Cuando abrí los ojos de nuevo me impresioné.

Estaba en Bitown.

Todo el mundo estaba de colores pasteles, y claritos. Todos y todo. Menos yo. Como siempre.

Estaba vestida con colores negros y rojos. Algo que era raro porque eso no era lo que me había puesto hoy.

Como sea, yo apenas me inmuté y fui a casa.

Se empezó a poner extraño un poco después. Parecía que las sombras me seguían. No entiendo cómo, pero no había ninguna otra sombra. Solo una que estaba alrededor mío, y no pensaba alejarse de mí. Después la gente empezó a notarme. Me veían y se susurraban. Luego reían y demás. Pero no me importaba, total, siempre había sido así. Creo.

Aunque, me llamó la atención un chico. Era como de mí edad, y estaba menos... perfecto. Además, él no se reía de mí ni susurraba. Solo me miraba fijamente, cómo analizándome.

Yo decidí ignorarlo, y seguir.

Llegué a mi destino.

-Hola ma... - cuando vi mí casa me sorprendí. Todo estaba igual que afuera. Radiante.

-Hola hija. ¿Cómo te fue?

¿En donde?

-Bien- mentí- muy bien.

-Que bueno.

Después de eso subí a mi cuarto. Era el único lugar normal en esa realidad. Tengo que admitir que estaba un poco diferente, pero estaba bien.

Ahí me puse a pensar. Como nos había dicho Milo, no me acordaba que estaba hipnotizada. Seguramente creía que ya estaba de vuelta en Bitown. Eso me hizo pensar en lo que me dijo Zack.

"Te prometo que nos vamos a volver a ver. Que vamos a volver a estar juntos."

Eso me animaba. Okay, iba a extrañar Greenforce, pero lo que menos quería perder, era a mis amigos. Después de tanto, ya no podía estar sin Jade y Zack. Y si veía a uno, probablemente vería al otro.

Después me fui a dormir directo. Ya era tarde, y las hipnosis cansan.

Me desperté y me alisté para ir al colegio. Sí. Y yo que pensaba que me había graduado.

-Hola My- me saludó Brooke desde lejos. Yo ni siquiera la había reconocido desde tal distancia.

-¡Hola! ¿Cómo me viste?

-Ejem- me señaló de arriba abajo.

-Sí. Cierto.

-Es que, eres diferente que los demás. Es fácil reconocerte.

-Sí- dije todavía no convencida de que fuera algo bueno.

-También es por tu pelo. El pelirrojo no es muy común. Por eso todos darían por tenerlo.

-Eso es cierto- dije echándome el pelo para atrás.

-Como sea, ¿Cómo estás?

Nos quedamos hablando un rato más, y después fuimos a clases. Pero lo que había dicho retumbaba en mí cabeza.

"Eres diferente a los demás"

Y lo era, pero no era malo. ¿Cierto?

Después de clases nos juntamos.

-Hey, ¿Quieres venir a mi casa?- me preguntó mientras caminábamos por el pasillo.

-Em, ¿Que tal si vos venís a la mía? Además, queda más cerca- no tenía ganas de ir a su casa. Quería quedarme en la mía.

-Dale. A mí me dan lo mismo.

-Genial.

Llegamos a mi casa y fuimos a mi cuarto.

-Wow. Es muy... singular.

Me crucé de brazos.

-¡Pero singular bueno!

Arquee una ceja.

-Como sea. Dejemos de hablar de mi cuarto. ¿Porque querías que nos juntáramos?

-Es que quería...

En ese momento mi cerebro tuvo un shock. Cómo siempre. Diferentes diálogos e ideas se juntaban en mi cabeza.

"Eres diferente a los demás"

"Nunca voy a encajar"

"Es muy... singular"

"Solo estás ahí sentada"

"Es que soy diferente y lo sabes"

"Sigues con eso dándole vueltas y más vueltas"

-¿Qué pasó después del accidente?- pregunté rápidamente cuando el shock terminó.

-¿Eh? ¿De qué hablas?

-Del accidente. Estaba en el auto, y choque, y desperté en Greenforce, pero después estaba acá parada.- me empecé a alterar.

-¿Que qué? ¿Amy estás bien?- me puso la mano en la frente.

-Sí. Estoy bien. La cosa es que quiero saber que pasó. ¿Cuándo fue la última vez que me viste?

-Ayer. En el colegio.

Genial. Ahora no solo era diferente, sino que estaba confundida. Y parecía loca.

-¿Te puedes ir?-dije amablemente.

-Sí, ¿Por qué?- dudó un poco.

-Es que, no me siento muy bien y quiero estar sola.

-Ah, okay. Mañana te cuento lo que te iba a contar.

-Dale.

Ahora mi cerebro estaba más embarullado que antes. ¿No había pasado el accidente? No tenía sentido. Yo había VIVIDO ese choque. Y ahora me dicen que nunca pasó.

Respiré. Me tenía que calmar. Tampoco era algo tan grave, solo era que había tenido un accidente y casi me había muerto pero desperté en un lindo bosque, de la nada aparecí acá y ahora me dicen que eso nunca pasó. Okay, si es grave.

De la nada, me prendí fuego.

¡¿Seguía teniendo mis poderes?! Sí, eso me preocupaba más que estar quemando mi cama, algo que, por suerte, no estaba haciendo.

Me apagué.

Ahora no solo era diferente porque, bueno, porque era diferente, sino que también porque tenía poderes.

Yay.

El bosque de GreenforceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora