Namjoon escuchó la puerta de entrada sonar y fingió estar muy ocupado en preparar la comida, aunque sólo estuviera recalentándola. Unas manos pequeñas lo envolvieron por la espalda, sacando un profundo suspiro de su pecho.
- Ya estoy en casa – dijo Jimin, perdiéndose en el amaderado perfume de su novio, aspirando su aroma con la nariz pegada a su espalda musculosa.
- Jin me dijo que te pasaras por la oficina de su padre mañana temprano – soltó, con la molestia picando en su interior – Que él ya tenía un trabajo para ti.
El cuerpo entero de Jimin se crispó, mordiendo su labio en nerviosismo.
- No me habías contado que planeabas cambiar de trabajo – se volteó, apagando la estufa, para enfrentarlo - ¿Qué pasó con el modelaje? – dijo con un tono algo irónico, esperando oír lo que se temía desde hace algún tiempo.
- Sólo... estoy cansado – respondió, sabiendo que aquello no era ninguna mentira – Y la paga no es tan buena como pensaba... O sea, si quiero ganar más, debo estar todo el día allá y... ya no quiero eso – sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas sin derramar y Namjoon frunció su ceño en alarma.
- ¿Estás seguro que sólo es por eso? – suavizó su voz, acunando el rostro del menor, pero éste asintió con la cabeza, para posteriormente echarse a llorar de improviso, desconcertando al moreno, quien no tuvo más alternativa que refugiarlo en su pecho, conteniéndolo, sin tener idea qué estaba pasando – Bichito... ¿qué está mal? ¿Alguien te hizo algo? – intentó adivinar, no queriendo escuchar la respuesta, realmente - ¿El degenerado de tu jefe se atrevió a tocarte? – soltó con los dientes apretados. Aquel era su mayor temor, pues veía las intenciones en los pequeños ojos del hombre, que recibía a Jimin siempre con una sonrisa lujuriosa, cada vez que tenía ocasión de ir a dejarlo o a buscarlo – Jimin, por favor... dime algo, lo que sea... Prometo que no voy a molestarme...
- N-No es... no es... - Park se alzó, tratando de recomponerse, quitando su llanto y respirando sonoramente por su nariz – No es nada... No tienes de qué preocuparte, osito... - le sonrió, aunque sus ojos estaban llenos de tristeza – Nunca más volveré a ese sitio, de todos modos.
Namjoon le sostuvo la mirada, confundido y cuestionándose qué pasaba por la mente de su novio. ¿Él realmente creía que no seguiría preguntando? Necesitaba saber hasta qué punto el desgraciado de su jefe se había excedido. ¿Le habría tocado? ¿Lo habría besado? ¿Algo más que eso?
- Bichito, lo siento, pero necesito saber qué fue lo que pasó – exigió – Soy tu novio... tu prometido ahora – se corrigió - ¿Vas a guardar esas cosas para ti? ¿Dónde está la confianza, bebé?
- No quiero... que pienses mal de mi – confesó, sintiendo el nudo en su garganta, ahogándolo.
- Jimin, por Dios... - Nam pasó una mano por su pelo – Sé que soy algo celoso, pero no soy un verdugo... no voy a condenarte si has hecho algo incorrecto, porque yo no soy quien para juzgarte... Sólo... quiero saber... por favor, no me ocultes nada, ¿sí? – los ojos del pelinegro se removieron inquietos, mientras su labio temblaba, amenazando con echarse a llorar nuevamente.
- Mi jefe... - carraspeó para aclarar su temblorosa voz – Me propuso un trato... - comenzó a decir y Namjoon adivinó rápidamente de qué iba todo, rogando porque su bichito no rompiera su corazón – Él dijo que... - un suspiro vacilante salió de su boca, en su esfuerzo por mantener el llanto al margen, para poder hablar – Si yo me volvía su amante... me haría muy famoso... - las lágrimas comenzaron a caer copiosamente y Namjoon sólo pudo atraerlo hacia sus brazos, sabiendo que no sería capaz de escuchar lo que seguía. Para él parecía obvio lo que había pasado.
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~ETERNITY~ [JinTae]
Fanfiction[TERMINADA] El "Felices para siempre" sólo pertenece a los cuentos de hadas, y tanto Taehyung como Jin, deberán corroborarlo, cuando en el momento más inesperado, la vida les lance un obstáculo que ponga en la cuerda floja su relación. ~CHEMISTRY~...