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La alarma resonó estridente, por el cuarto poco iluminado y Jeon Jungkook quiso estrellar su celular contra la pared. Se giró con dificultad, quejándose audiblemente, ante el dolor que sentía en todo su cuerpo. La sensación de haber sido metido en una secadora, se quedaba corta para describir el malestar que lo aquejaba.

- Ngh... - gruñó, frotándose los ojos, volteando a ver a su lado el durmiente rostro de Hoseok, libre de preocupaciones y sin inmutarse ante el ruido de la alarma – Mátenme...

Se dejó caer al suelo, maldiciendo ante la punzada en su espalda baja. Eso no podía significar nada bueno, ¿cómo se suponía que iría a su primer día de clases en esas condiciones?

Sacudió sus manos, apartando los pétalos que se le pegaron a las palmas, al gatear en dirección al baño. Como pudo se metió a la ducha y veinte minutos después, ya estaba listo para marcharse.

- ¿Ya te vas, conejito? – murmuró con la voz ronca, el chico desde la cama, recién despertando.

- S-Sí... - murmuró, rascándose la nuca, avergonzado de que el otro se diera cuenta de su problema. No quería hacerlo sentir culpable de algo a lo que él accedió, por lo que sólo hizo un gesto con su mano en despedida – Nos vemos más tarde...

- ¿No me darás un beso de despedida? – lo tentó. El menor se coloreó hasta las orejas.

- No quiero llegar tarde... - se excusó, caminando discretamente hacia la puerta, tratando de que su cuerpo no delatara la molestia que sentía – Y si te beso, no voy a querer salir de aquí – bromeó, sonriendo coqueto.

- Tienes razón – se rio Hobi, rebosante de alegría – Vete... Iré por ti a las cuatro.

Revisó su horario de camino a la universidad, acomodándose de medio lado en el autobús, para sentirse más cómodo. Tendría que esperar al menos dos o tres días, antes de aventurarse a intentarlo de nuevo con su prometido. Tal vez Taehyung y Jimin le dieran algún truco o consejo para lidiar con ello. Sin embargo, ya no tendrían ninguna clase en común con ninguno de los dos, por lo que, quizás no los vería hasta la hora de almuerzo.

Los mensajeó a ambos, acordando reunirse en la cafetería en cuanto pudieran, pues había muchas cosas de las que quería hablar con sus amigos. Jungkook sonrió, sabiendo que ellos no serían muy amables y que, de seguro, se burlarían, pero ¿qué más daba? Un par de burlas no lo matarían, considerando que él es el que siempre se encarga de fastidiarlos con sus chistes de mal gusto.

- ¿Qué es este milagro? – se mofó Taehyung – Sir Jeon Jungkook nos honra con su presencia – codeó a Jimin para que siguiera la broma.

- Por favor, su majestad – el pelinegro se puso de pie, haciendo una ridícula floritura con sus manos en una reverencia extraña – No vaya a ensuciar sus finas prendas, posando su trasero real, en esa ordinaria silla de cafetería.

- Sí, ja, ja... - ironizó Jungkook - ¿Ya terminaron con su ridiculez?

- Sólo estamos tratándote como mereces, mal amigo – respondió Tae, agitando sus pestañas con fingida inocencia.

- Te recuerdo que te desapareciste por una semana completa – puntualizó Jeon.

- Estaba en mi maldita luna de miel – gruñó – Tú sólo te encerraste durante todas las vacaciones de verano a coger con mi cuñado... Oh, a menos que el chisme sea cierto...

- ¿Cuál chisme? – Jungkook frunció el ceño.

- Que tú y tu enamorado... – Jimin miró divertido a Kim – Aún no han tenido sexo.

- ¿Quién les dijo eso? – se puso a la defensiva, aun de pie, frente a ellos.

- Fuentes muy confiables – afirmó Tae, empujando la silla frente a ellos con el pie, para que su amigo se sentara de una vez – Vamos, somos todo oídos...

~ETERNITY~ [JinTae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora