Capítulo 9. ¿Celos?

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Los rayos del sol golpeaban los rostros de dos chicas que dormían en el piso de la habitación.

-Ah mi cabeza.-se quejaba una de ellas.

-No debí beber así.-dijo la otra mientras se sentaba en el piso.

-Oye ¿Hange llego a dormir?-pregunto Petra.

-Creo que no, tal vez se quedó con Nanaba.-respondió Nifa.

-¿Qué demonios hicimos ayer?-preguntaba una chica castaña mientras salía del baño.

-Creo que bebimos demasiado.-respondió Nifa.

-Necesito ducharme y salir a tomar aire.-comento Hange.

-Yo también, deberíamos ir por un café.-dijo Nifa.

En ese momento tocaron la puerta y Petra se levantó a abrir.

-¿Erwin?-a la chica le extraño ver al rubio ahí.

-Hola Petra, vaya ustedes sí que tuvieron una mala noche.-hablo refiriéndose a la cara tan cansada que tenían ambas chicas.

-Un poco ¿a qué se debe tu visita?-pregunto la pelirroja.

-Vengo a invitar a Hange a desayunar a la cafetería, debo hablar con ella sobre algo importante.-respondió el chico con una sonrisa.

-Creo que me vendría bien comer algo, dame unos minutos y te alcanzo afuera.-comento la castaña aceptando la invitación de su amigo.

-Vale, te espero afuera.-Erwin respondió y la puerta se cerró detrás suyo.

30 minutos después...

-Disculpa pero debía tomar un baño, aun apestaba a alcohol.-se disculpó Hange al llegar a la banca donde estaba su amigo.

-No te preocupes Han, vaya ¿así que anoche se divirtieron?-pregunto el rubio mientras caminaban juntos a la cafetería.

-No lo sé sabes, en realidad no recuerdo bien lo que paso ayer de un lapso de tiempo en adelante, bebí demasiado y Nanaba hace preguntas raras cuando esta ebria.-explicaba la castaña.

-Jaja Nanaba es todo un personaje cuando bebe.-respondió riendo.

-¿De que querías hablar conmigo?-pregunto mientras se sentaban en una mesa de la cafetería.

-Ah, bueno en realidad quiero hacerte una invitación, se acerca el torneo de futbol de la universidad y quiero que estés en el partido de inauguración, sé que esto de los deportes no es lo tuyo pero me haría feliz verte ahí.-menciono Erwin esperando una respuesta por parte de su amiga.

-Ay Erwin, sabes que no es lo mío, pero también sabes que te quiero demasiado y que estaré ahí apoyándote.-respondió con una sonrisa.

-Hange me hace muy feliz que aceptes ir.-expreso feliz.

-Pero pasando a otro tema, vamos a comer la resaca me tiene hambrienta.-dijo la castaña levantándose de la mesa.

-Claro pidamos algo.-respondió.

Una vez que tenían sus alimentos en las manos se sentaron de nuevo y comenzaron a comer y a platicar, desde que la castaña llego las ocasiones en que ambos habían estado platicando solos eran contadas y siempre interrumpidas por alguien más.

-Extrañaba mucho hablar contigo, desde que te fuiste nadie más me ha entendido y aceptado como tú, a pesar de lo rara que llego a ser y la personalidad tan bizarra que tengo.-

-Vaya Hange, a decir verdad mi vida no ha sido tan fácil desde entonces, la muerte de mi padre me afecto demasiado, emocionalmente me debilito e hice cosas que quizá no debí para llenar ese vacío.-Erwin comenzó a bajar la mirada.

𝓛𝓪 𝓪𝓶𝓲𝓰𝓪 𝓭𝓮 𝓔𝓻𝔀𝓲𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora