Capítulo 5. ¿Otra vez tu?

528 51 32
                                        

-Oye fíjate por donde vas.-reclamaba molesto tras el choque de otro cuerpo con el suyo.

Cuando se dio vuelta pudo observar a una chica en el piso, se le notaban los ojos irritados y el cabello despeinado.

-Ah, eres tu cuatro ojos ¿acaso esas gafas tuyas no sirven?-preguntaba con burla el pelinegro.

De todos los estudiantes que había en la universidad se tenía que topar con el amargado y engreído de Levi, si no fuera por el enorme cansancio que azotaba su cuerpo y encima el impacto que este recibió contra el piso le habría respondido para dar inicio a otra discusión.

-Lo lamento, no preste atención al camino.-respondió sin mirarlo mientras se ponía de pie.

Levi no comprendía, esa chica lo había insultado horas antes en la cafetería, y ahora le estaba ofreciendo una disculpa.

-Como sea.-respondió de mala gana de siguió su camino.

Hange se sentó un momento en una banca, sus ojos le ardían bastante así que pensó en enviarle un mensaje a Nifa para que le llevara unas gotas para sus ojos, al terminar de escribir el mensaje su nariz percibió un agradable aroma. Era café.

-Toma.-decía el pelinegro mientras ponía un vaso frente al rostro de la chica.

-¿Gracias?-respondió desconcertada por esa acción del pelinegro.

-No te emociones cuatro ojos, es solo que te ves del asco.-mencionaba el chico mirándola de reojo.

-Como digas.-de nuevo se limitó solo a responder para después beber el café.

-¿Qué le paso a tus ojos?-pregunto mientras se sentaba a lado de ella.

-Esto pasa cuando estas bajo luz blanca directa varias horas con lentillas puestas, bien me decía Nifa que no me pusiera estas cosas cuando fuéramos a hacer pruebas por tanto tiempo.-comentaba la chica frotando sus manos contra sus ojos.

Levi no dijo nada más, ni siquiera el entendía porque le había dado ese café a alguien tan desagradable.

-Gracias por el café, me vino muy bien. Me voy.-Hange se levantó agradeciendo a Levi por el gesto y se fue alejando de él.

Levi solo la miro alejarse arqueando su ceja, acaso ella era la única persona en el campus que no lo alababa, cualquier chica se habría desmayado ante tal acción, pero ella no le daba importancia a nada de lo que él hacía.

.

.

.

-Ponte estas bolsas de té en tus ojos para relajarlos.-Petra le extendió su mano a Hange para que esta tomara las bolsas de té de manzanilla.

-Gracias.-respondió con una sonrisa y se las coloco en los ojos.

-Jamás me escuchas, te dije que no te las pusieras.-Nifa regañaba a la castaña.-Al menos tomaste café.-mencionaba refiriendo al vaso que sostenía la chica.

-No fui yo, un idiota que me tiro me lo dio.-Hange corregía a Nifa.

-Y ¿era atractivo?-preguntaba Petra intrigada por saber de ese chico.

-No lo sé, eso a mí no me interesa.- dijo restando importancia al tema.

-Anda, vamos a dormir ya. Hasta mañana Petra.-Nifa tomo de la mano a Hange para llevarla a su cama.

-Hasta mañana.-también Hange se despidió.

-Descansen.-Petra se despidió de ambas chicas.

.

𝓛𝓪 𝓪𝓶𝓲𝓰𝓪 𝓭𝓮 𝓔𝓻𝔀𝓲𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora