𝓛𝓪 𝓪𝓶𝓲𝓰𝓪 𝓭𝓮 𝓔𝓻𝔀𝓲𝓷

Capítulo 10. La fiesta

-¿Tu?-

-¿Qué te sorprende enano?-

-Creí haberte dicho que te largaras con el idiota de Erwin.-respondió irritado.

-Sí, pero necesito hablar contigo.-comento la chica.

-¿Qué quieres cuatro ojos?-preguntó arqueando las cejas.

-¿Puedo entrar?-

-Que sea rápido.-respondió quitándose del paso para que pudiera entrar.

La chica entro y la puerta se cerró detrás de ella.

-Habla.-dijo el chico de manera seca.

-Se lo que paso anoche.-la castaña soltó sin titubear.

El pelinegro abrió un poco los ojos en señal de sorpresa, fue casi imperceptible a la vista, volteo a mirar a la chica y pregunto.

-¿De qué hablas?-como si no supiera de que se tratara.

-Anoche estaba muy ebria y me deje llevar por los impulsos, al parecer te bese...-explico

-Ah, y...-respondió sin darle importancia.

-¿Y? ¿eso es todo?-pregunto confundida.

-¿Qué quieres que haga? No eres la única que lo ha hecho tampoco serás la última.-

-Nada, solo era eso, creí que mi mente me había jugado una mala pasada y Moblit al contarme no fue muy específico con los detalles así que no quería creerle pero al parecer no es nada importante.-explico.

Al escuchar ese nombre Levi sintió que le recorría una descarga eléctrica por el cuerpo. Su ceño se frunció y apretó la mandíbula.

-Si era todo vete.-ordenó molesto.

-Ah ¿Te sientes bien?-a Hange le sorprendía esa reacción.

-Dije que te vayas-exclamó con mayor brusquedad.

No pareciera que las cosas fueran a terminar bien si ella continuaba dentro de esa habitación, salió tan pronto pudo y la puerta de aquel dormitorio se azoto a su espalda.

-¿Qué demonios fue eso? Jaja debí tomarle una foto a su cara, el enano es muy divertido cuando se enoja.-comenzó a reírse como si se tratara de una broma.

Detrás de la puerta Levi estaba escuchándola y lo irritaba más, esa cuatro ojos se estaba burlando de él ¿Por qué permitía eso?

.

.

.

Después de ese encuentro Hange caminó por el campus, se sentía muy extraña como si su corazón palpitara de más, en su mente aparecieron los recuerdos de la noche, era como si sus manos pudieran sentir esa fría piel de nuevo, y sus labios percibían una vez más la suavidad del roce con los del pelinegro.

-Ahg ¿qué demonios me está pasando?-dijo mientras chocaba su mano contra su cabeza.

-¿Te sientes bien?-

-¿Qué?-abrió los ojos para mirar de quien provino esa voz.-Ah eres tú Mike.-

-¿Te sientes bien?-

-Si.-respondió dudosa sin mirarlo a la cara.

-Sabes que puedes confiar en mi ¿te pasa algo?-insistió.

-Solo me siento cansada, tanto trabajo, muchas emociones dispersas, luego Levi se la pasa irritándome...-al mencionarlo su expresión cambio.

-¿Levi? Hmm ya veo.-