No sé si pienso,
Pero te pienso.Quería escribir algo para compararte con el café,
Noté que del café no se nada
Y mucho menos de ti
Solo eramos tú, el café y yo
En la madrugada
Tan solo era yo y el líquido hirviente de la taza
Y tú paseándote por mi mente como sultana,
siempre sentada en mi silla turca,
Caprichosamente te paras y te paseas por mi mundo
Nunca sé la hora,
Pero cada vez es más seguido
Solo que no te veo,
Estás detrás de mis ojos.Y no lo quise escribir anoche,
Porque la metáfora era corriéndose a chorros y me resultó vulgar,
Pero en mi mente eras un volcán
Como una cafetera italiana al fuego
Qué explota mientras hierve
La última vez que ví erupcionar un volcán, llamé a mi madre y rezamos,
Pero no sé si mi madre quiera escuchar sobre cómo yo trato a la vida mientras me sonríe,Porque tú peso me aplasta y soy sedimento en un fondo de cafetera francesa.
Te ví como visión mientras se disolvía el dulzor rubio o Moreno y el liofilizado en la taza.
Y pienso que no te gusta de esa manera,
Pero es lo que había,
Es lo que soy
Y tú eres cafeína quitándome el sueño,
Acelerándome el corazón,
Descafeinado siendo Clemente,
A veces,
Amargo,
Muy amargo otras,
Dulce,
Muy dulce en mi mañana
Y equilibrada pocasCayendo por gotas
Y a través de muchos filtros,Tostada a sol veraniego,
Molida de inviernoCafé con crema en la totalidad de la piel,
Leche espumada en la orilla de playa,
Helado en las manos y
Hielo en las palmas.
Whisky irlandés en las clavículas,
Chocolate en la boca,
Avellanado en la mente
Y la nariz espolvoreada de aroma, piel y sabor canela.Quemándome
Los labios
El paladar y la lengua
Y hasta el fondo de la gargantaSintiéndose cálido en mi estómago
Cómo si me pudiera matar por dentro.¿Serías más café o cafetal?