Aquí podemos abarcar muchas áreas de la vida. Pero me enfocaré principalmente en Sanar, desde el alma, desde la esencia más pura.
Cuando hablamos de Sanar, a nuestra mente podrían venir dos imágenes. La primera un Médico, especializado en Medicina ayudando a su paciente a recuperarse y la segunda; a una cicatriz que se cerró con el tiempo.
Bueno, en realidad no se vienen estas dos imágenes a la mente. Solo porque están aquí escritas, ya las re-creas, le das forma y quizás también; las sientes en tu interior.
El Sanar es algo de lo que se habla a menudo. Ya sea a través de sanar una relación "tóxica", el cerrar un ciclo, sanar el pasado o una situación actual... etc...
Coloco el Tóxica entre comillas, porque no somos conscientes de que esa relación que creemos así; es un reflejo, un espejo, un holograma que refleja nuestro interior.
Por ello cuando por lo general se dice que esa persona fue así, me hirió de esta manera, me hizo sentir mal y demás, tú no estás siendo consciente de qué te está enseñando cada situación o persona en tu vida.
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En tu interior yacen los reflejos de tu exterior
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Por eso es importante el hablar del Sanar, y coloqué solo un pequeño ejemplo que se ajusta a lo que sucede en muchos casos hoy en día o lo que se ve en las redes sociales y los memes.
Cuando tú no sanas, se repite un patrón. Y al no sanar, ese patrón se repetirá a lo largo de tu vida.
Esto aplica para muchas situaciones, la depresión, la soledad, la tristeza, la rabia, el luto, la infidelidad, la frustración etc...
Cada una de las anteriores las vamos a llamar Maestras. Porque llegan a nuestra vida con el propósito de enseñarnos, de aprender.
El Sanar, es entender y comprender que por más hundido que yo esté o que me sienta, puedo salir de ahí. Yo mismo o misma puedo lograrlo.
¿Y cómo?
Yendo al origen, a la raíz del problema.
Pero a muchos de nosotros y nosotras, no nos gusta hacerlo. Porque es "díficil". Es díficil enfrentarse cara a cara con lo que nos coloca así. Es díficil llegar al origen del problema y enfrentarlo.
Porque nos programaron así. Entre menos dolor sientas mejor. "Si eres hombre no debes llorar";"Si eres mujer eres muy débil". Estupideces, creadas para dividir y evitar Sentir.
Cuántas veces haces ese proceso de introspección realmente. Cuando te sientes triste (o con tu emoción del momento), ¿No te distraes? Te pones a jugar videojuegos, ingresas por un largo tiempo a tu red social favorita y a deslizar el dedo hacia arriba por horas, ves vídeos de cosas que procrastinas y realmente no vas a hacer...
Bueno, probablemente algunas de las cosas escritas anteriormente, no conecten, no resuenen o no vibren contigo. Si te sentiste identificado o identificada, es porque es lo que sueles hacer.
Y no está mal. En algún punto de tu vida, llegará un momento, una situación o una persona que te hará ser consciente de ello. Por ti mismo o misma, o por tu propia voluntad.
Tampoco te brindaré la idea de que todo es perfecto 100 de 100, porque de eso no se trata. Se trata de equilibrar lo que sientes con lo que haces. Tu mente con tu corazón. Tu alma con tu espíritu. Tu Prana con tu Chi. Tu interior con tu exterior.
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Date un espacio para ti
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Honrate. Sé consciente de tu valor en este mundo. Llora, desahogate que no está mal, y quítate esa idea implantada de que si no lloras eres más fuerte, al contrario, llora y hazte más fuerte. Medita, como tú prefieras, hay varias meditaciones guiadas en la red (y gratis por el momento). Baila, eleva tu frecuencia vibratoria alimentando los movimientos del cuerpo. Pinta, expresa todo lo que tu alma es. Canta, deja que las palabras vayan al viento. Escribe, es la mejor manera de hablar con tu interior. Pero sobretodo vive. Todo es pasajero.
Confía en el Universo, Dios, Jehová, Krishna, Budha, los Ángeles o cómo tú le llames a lo que tú Crees. Nunca estás solo, siempre están a tu alrededor.
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• SOUL •
EspiritualPensamientos, memorias, situaciones... Guiadas por el Sentir para el despertar de Consciencia y el Alma.