• SOUL •

Dualidad

Cuando pensamos en este término, lo primero que viene a nuestra mente es el Bien y el Mal.

Dios y el Diablo, Ying y Yang, Femenino y Masculino, Frío y Caliente, Húmedo y Seco...

Y es que a lo largo de nuestra vida, nos vamos a encontrar con esta palabra en muchas de las decisiones que tomemos. Dentro de nuestro libre albedrío, todo lo que hacemos nos lleva a un lado o al otro.

Como humanos, poseemos estas dos energías, formas y/o esencias en nuestro Ser. Siempre tenemos un lado que se refleja más que el otro, y no me refiero a los órganos reproductores, me refiero a la esencia misma de cada uno de nosotros y nosotras. ¿Quiénes saben esto? Quienes nos rodean; amigos, familiares e incluso nuestra pareja.

Muchas veces nosotros no nos fijamos en ello.
Pero es en el momento de actuar, de realizar una determinada tarea, donde sale a flote. Podríamos llamarlo personalidad, pero sería colocar una etiqueta muy general. En energía hablamos de Ying y Yang. No podemos vivir sin ambas.

No podemos negar esto, podemos integrarlo a nuestra vida, de manera sana y consciente. ¿Y cómo?. Cuestionandote desde tus programaciones implantadas en la infancia "las mujeres son débiles";"los hombres no pueden llorar" etc...

Aquí es donde entra lo que vemos a diario, ya sea en redes "sociales", o en movimientos activistas, la División. Y esto no ocurre solamente entre hombres y mujeres. Sino también desde los propios gobernantes y los partidos políticos.

Se genera una división, un conflicto entre dos partes, ¿Para qué? Para mantenerte odiando una parte y amando la otra. Pero tú no te das cuenta de ello. Tú no te das cuenta de que entras en un juego de esto es bueno y esto es malo. Tú no te das cuenta porque crees seguir algo que para ti está correcto.

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No hay nada bueno sin lo malo, y no hay nada malo sin lo bueno.

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Todo nos lleva a lo mismo, a una misma fuente, a un mismo "paraíso". Sin el uno, no sabríamos la existencia del Otro. Sin Luz no conoceríamos la oscuridad.

El sentido final es Equilibrar estas dos energías. Sin caer en Dogmas o creencias limitantes.

Cree en ti mismo, en ti misma. En tu propio poder interno y en esa Brújula de amor que guía tu vida.

Siente y conecta con tu divinidad.