53.

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—¿Has hablado con Mellea?

Fue lo primero que le pregunté al chico que caminaba por enfrente de mi, quien dejaba caer su sudadera sobre su cama como sí sus movimientos le pesaran y se dejó caer sobre la silla de su escritorio encendiendo su computadora en cuanto tocó la silla. Con una bolsa de cheetos en forma de bolita a la mano que había pasado a comprar a una tienda de conveniencia de camino a el departamento de Soobin y Yeonjun, dejé caer la mochila sobre el piso con sumo cuidado y dejé caer mi cuerpo sobre la cama con el llamativo aroma del perfume de Soobin extendido por toda la habitación, luego de deslizar un cheeto por dentro de mi boca mientras mi subconsciente seguía cuestionandóme lo mismo que cuando me llegaba a la perfección un perfume masculino, ¿por qué el aroma sería tan escandaloso?

—Boyoung..— Él me llamó sacándome de mis pensamientos, sin embargo no respondí, no sabía que había dicho anteriormente. Soobin se puso de pie plantandose frente a mi y hundió su dedo índice en mi pierna en un intento de llamarme.— ¿Escuchaste lo que dije?

—¿Nope?

Él elevó una ceja y se dejó caer a un lado de mi adentrando una de sus grandes manos a mi bolsa de cheetos, para después meter varias bolitas de la fritura a su boca. Luego de terminar de masticar, se aclaró la garganta y con su codo izquierdo sirviendole como apoyo, sus ojos se clavaron en mi perfil mientras yo mantenía mis ojos fijos en el techo blanco de su habitación.

—Dije qué no he hablado con ella de eso, ni siquiera he cruzado palabra con ella.— Afirmó.— ¿Y tú ya hablaste con Hyunwoo?

Tragué saliva en silencio y negué con la cabeza, mirándolo a los ojos segundos después.

—Siendo sincera, no.

—¿Y por qué no?— Él preguntó.

—No lo he visto.

—Si seguiremos con ésto deberías saber que no siempre estaremos así, tú tienes que terminar con Hyunwoo y yo con Mellea. Creo que fuimos muy rápido. — Soobin se levantó de la cama llevándose las manos a la nuca.— Estamos haciendo las cosas mal, muy mal.

—¿De que hablas, Choi?

—Nos apresuramos a muchas cosas, sólo ponte a pensar Boyoung.. aún seguimos con nuestras respectivas parejas y nosotros ya tenemos una relación.— Sonrió amargamente.

—Ambos estuvimos de acuerdo en avanzar con esto desde un principio, Soobin.— Respondí con un extraño sentimiento extendiéndose por todo mi pecho.— ¿Ahora te estás arrepintiendo de ésto? ¿no es así?

Él se mantuvo en silencio con sus labios siendo apretados, por inercia me reincorporé de mi antigua posición usando las palmas de mis manos como soporte y me mantuve quieta con mis manos soportando mi peso apoyadas en el colchón.

—No lo sé.— Negó, deslizando una mano por su cuello y sin más se dió la vuelta saliendo de la habitación para después, el sonido de la puerta del baño siendo cerrada.

¿Qué era lo que acababa de ocurrir?

Observé a mi alrededor en silencio, con mi cabeza preguntándome qué era lo que tenía que hacer a continuación. ¿Tocar la puerta del baño hasta que él se dignara a abrirme? ¿irme en silencio? ¿quedarme quieta hasta que él regresara? No había sido una discusión, o eso quería hacerme creer. Sin saber que hacer sólo tomé de mis cosas y salí de ahí en silencio, cerrando la puerta principal lo más silencioso que pude. De salida del departamento a lo lejos observé a Yeonjun caminar con la vista fija en sus zapatos mientras una piedra era pateada por la punta de su calzado. Miré hacía el lado contrario y caminé por aquella dirección, después de todo tenía antojo de un rico Matcha Latte que vendían en una cafetería cercana a la universidad. Estaba de paso sí es que quería estar un buen rato en la calle.

Again You | Choi Soobin (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora