Again You | Choi Soobin (2)

39.

—Boyoung por favor, arreglemos esto.— Hyunwoo pidió en un suave murmuró mientras su mano sujetaba de mi muñeca, con mi otra mano sujetando del pomo de la puerta de mi habitación y mi rostro mirando la puerta, apreté mis ojos cerrandolos negandome a encararlo.

—Quiero estar sola.

—Boyoung..

Un par de golpes en la puerta principal me hicieron soltarme de su agarre y cerrar la puerta de mi habitación yendo rumbo a la puerta principal. Aclaré mi garganta antes de abrir y giré del pomo encontrándome a una pelirroja quién me sonreía, vestía un bonito vestido y en la mano llevaba un bolso y un pequeño sombrero color negro. Con mis labios ligeramente abiertos sólo me quedé en mi lugar mirándola sin poder creer lo que veían mis ojos, estaba insegura para creer que ella estaba ahí.

—¿Young?— Mi voz sonó incrédula que ella sonrió asintiendo eufóricamente.— ¿Choi Young?— Ella volvió a asentir abrazándome ésta vez.

—¡Boyoung! ¿Acaso no me reconociste?— Frunció sus facciones aún con su sonrisa intacta, llevó un mechón de su cabello rojizo y me hice a un lado dándole el paso.

—Mmm, no.— Sonreí avergonzada por no haber reconocido a aquella simpática chica.— Estás muy cambiada, ¿qué te trae por aquí?

Ella sonrió ensanchando sus comisuras y quitó el sombrerito color negro que traía sobre la cabeza, Hyunwoo se quedó expectante mirándome interrogativo cosa que sólo ignoré y lo pasé de largo adentrabdome a mi habitación con la chica por detrás de mi, cerré la puerta con el seguro puesto. Me senté sobre la silla de mi escritorio mientras ella se sentaba sobre mi cama.

—Vine a ver al zopenco de mi hermano.— Rió llevando su fleco hacía atrás.— Pero sabía que tú también estás en Italia así que por qué no venir a ver a mi gran cuñada. Quiero que sepas que eres la única a la que acepto, ah.— Me señaló con su dedo índice.

Avergonzada por su afirmación sobre el aceptamiento de las novias de su hermano, llevé mi mano diestra a mis clavículas rascando hasta que la piel se me irritó en un intento de bajar lo extraña que me sentía, a pesar de que me hacía sentir extraña una sensación satisfactoria que se extendía por mi pecho.

—Estoy bromeando Boyoung, siempre lo hago.— Ella sonrió levantándose de su lugar para llegar a mi dandome un par de palmaditas sobre los hombros cosa que me hizo sonreír.

—Lo sé.

Se sentó sobre el suelo frente a mi cruzando sus piernas sobre sí y se giró sobre su eje clavando su mirada en algo que sobresalía de la puertija de mi closet, seguí la dirección en donde estaba clavada su mirada. La manga de una sudadera sobresalía del mueble, no me había dado cuenta cuán observadora era ella hasta que se quedó quieta y se levantó de su lugar abriendo el closet para sacar la prenda. Tomó entre sus dedos la sudadera y me miró con una sonrisa que mostraba sus sospechas hacía mi, insinuándome con sus cejas los pensamientos que se estaban formando dentro de su cabeza.