19.

1.9K 231 130
                                    

—Duerme conmigo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Duerme conmigo.

Pedía Yeonjun entre susurros mientras me miraba con un semblante neutro, permanecía sentada en una silla giratoria con rueditas que permanecía recargada contra la pared, con mis pies descalzos mantenía mis piernas cruzadas con ellas sobre la silla. Al notar mi silencio como respuesta se puso de pie y caminó hasta mi, tiró de mis piernas bajandolas de la silla y me levanto de la silla colocándome sobre su hombro, mi cabello colgaba sobre su hombro despeinandose conforme caminaba de regreso a la cama. Me dejó caer con suavidad sobre su cama y tan pronto como estuve acomodada se acostó a mi lado.

—¿Enserio duermes?— Le pregunté elevando mis cejas, él me miró con una débil sonrisa.

—Quiero dormir pero no puedo. Quizás contigo lo logré.— Deslizó sus manos por mi cintura atrayendome a su cuerpo, recargué mi cabeza sobre su pecho sintiendo los latidos de su corazón y su respiración.— Te ves linda así.

Me quedé estupefacta observando su perfil, sus ojos ya se encontraban cerrados y sus labios formados en una pequeña sonrisa. Sentí mi corazón parar de latir por un momento mientras la temperatura corporal de mis mejillas subía desmesuradamente. Mi cabeza me decía mil veces que sólo era un amigo como cualquiera pero extrañamente no lo sentía así, había algo que me estaba haciendo sentir diferente cuando estaba con él, no sabía lo que era pero era extraño y daba miedo.

Respire dejando salir todo el aire que había estado conteniendo debido a que estaba nerviosa por tal cumplido y me dejé caer totalmente mi cabeza sobre el pecho de Yeonjun, él seguía tomando de mi cintura. Su aroma se adhería a mi ropa cada que me apegaba más a él, su respiración se volvía tranquila junto con la mía. Con los ojos cerrados y el repentino sueño cayendo sobre mi, sin darme cuenta me moví quedando sobre Yeonjun, abrí un ojo percatandome que mi nariz rozaba su cuello, sus manos se aferraron a mi cintura, sin tomarle importancia volví a relajarme y cerrar mi ojo abierto.

No supe cuánto tiempo había pasado pero mi cabeza le estaba dando unas alas infinitas a mi imaginación, estaba durmiendo demasiado que mi cabeza ya sólo ideaba tonterías dentro de mi cabeza. Se proyectaban los gruesos labios de Yeonjun, sus ojos, su sonrisa y sus labios sobre mi piel. Sintiéndome extraña repentinamente con algo latiendo en mi, abrí mis ojos sintiendo mis mejillas calientes y con mis sienes ligeramente húmedas por el sudor. Yeonjun permanecía ahora sobre mi con su cuerpo a mi lado y una de sus piernas sobre las mías, sin embargo seguía tomando de mi cintura. Cerré mis ojos sintiendo las sensaciones circulando sobre mi sistema y me levanté soltando un suspiro, el chico peliazul sólo soltó un gruñido y se removió sobre la cama cubriendo su cabeza con la almohada que permanecía a un costado de él.

Observé la hora en mi celular, ya marcaban las dos treinta de la tarde. Abrí mis ojos a más no poder por la sorpresa que me di al notar durante cuanto tiempo había estado durmiendo junto con Yeonjun, observé el frigorífico el departamento y terminé tomando una lata de Coca-Cola que se encontraba hasta el fondo por detrás de unas latas de cerveza.

—¿Se supone que habías ido a la universidad?— Cuestionó Soobin adentrándose al área con sus brazos cruzados por su pecho, se recargó sobre el marco de la puerta y me miró duramente dándome a entender lo molesto que se encontraba, ¿Pero por qué?

—¿Tú qué no estabas con esa pelirroja?— Elevé mis cejas también cruzándome de brazos, dejando al descubierto mis celos quienes flotaban dándose a conocer sin mi consentimiento.

Él sonrió soltando una risa nasal, deslizó uno de sus dedos por sobre sus labios delineando su inferior con su sonrisa intacta, caminó hasta mi y se inclinó hacia mi con sus labios quedando perfectamente a la altura de mi nariz.

—Te hice una pregunta, preciosura.

—Yo también te pregunté algo.— Le miré desafiante queriendo lucir autoritaria.

—Vamos Boyoung, ¿no me digas que hiciste todo esto por celos?— Su voz salió tan ronca pero tan llena de ego que me importó muy poco el poder que tenía su voz sobre mi, le rodé los ojos y le dí la espalda buscando algo más que comer.

—No todo va girar entorno a ti, ¿Sabes?— Murmuré sacando una bolsa grande de chetos que se encontraba ya por la mitad, desenrolle la envoltura y adentré mi mano al interior tomando un puñado de chetos, posteriormente para meterlos a mi boca.— Yeonjun me necesitaba y soy su amiga, lo menos que podía hacer era cuidar de él y además me convenció.— Agregué encogiéndome de hombros como si el hecho que narraba fuera lo más obvio.

—Si claro, y ese simple hecho hace que duermas con él ¿no es así?— Lo miré de reojo notando su ceño fruncido y sus brazos cruzados sobre su pecho una vez más, se recargó sobre la mesa de aquel estrecho lugar. Sentía su afilada mirada clavada sobre mi nuca, ese simple hecho sólo hizo que mi temperatura corporal ascendiera haciéndome sentir nerviosa.

—Ahora quién es el celoso.— Me giré con una sonrisa ladina en mis labios, tomé un cheto entre mis dedos y lo metí a mi boca. Tragué saliva junto con mi bocado y bebí de aquella Coca-Cola.

—¿Celoso por qué? Lo que haya pasado entre nosotros quedó en el pasado lo que hagas con tu vida no me importa.— Se encogió de hombros luciendo pensativo y con su molestia filtrándose demás.— Sólo es respeto, él es mi mejor amigo y yo tu ex-novio.

—Si claro.— Sonreí con sorna.— Hay respeto y mucho, ya te lo dije. Yeonjun es mi AMIGO.— Murmuré remarcando la palabra final mientras camina hacia él con la lata de Coca-Cola entre mis dedos.

—Si pero eso no significa que dormirás con él como si de tratara de tu pareja.

Y entonces algo en mi cabeza hizo click, mientras Yeonjun y yo permanecíamos dormidos Soobin se asomó y nos vió en aquella situación, era de esperarse. Ahora entendía el por qué de sus reclamos de chico celoso, su ceño seguía fruncido y sus labios rosados se mantenían finos en una línea simple.

—Lo de nosotros es pasado y lo que yo haga con mi vida no te importa, ¿recuerdas?— Recité recordándole sus palabras antes dichas, suspiré y tomé la bolsa de chetos dispuesta a irme de regreso a la recamara de Yeonjun. Ambos cruzamos nuestras miradas manteniendo nuestro contacto visual, un escalofrío recorrió mi espina dorsal enviando miles de descargas eléctricas por todo mi cuerpo, algo extraño hizo temblar mi corazón en el interior de mi pecho.

—Boyoung.— Llamó por mi nombre tomando de mi muñeca suavemente deteniendo mis pasos, sus suaves dígitos se clavaron sobre mi piel elevando mi pulso, su mirada clavada en mis ojos al igual que la mía se adentró a mi alma haciéndome estremecer, mis ojos danzaban por sobre sus ojos una que otra vez descendiendo hasta sus labios, sin embargo no dejaban de mirar sus orbes.— Prométeme que no llegarías a una relación amorosa con mi mejor amigo.

—Eso no te importa, Choi.

Again You | Choi Soobin (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora