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Capitulo dedicado a: SoobinY-UnPan

Observaba atenta el lapicero que tenía en mano mientras la punta de tamborileaba contra la superficie de madera, respiraba pesadamente luego de sentir algo oprimiendose en mi pecho

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Observaba atenta el lapicero que tenía en mano mientras la punta de tamborileaba contra la superficie de madera, respiraba pesadamente luego de sentir algo oprimiendose en mi pecho. ¿Dónde había quedado mi orgullo? Dejé que se esfumará como por arte de magia cuando mi poca sensatez del momento no me impidió besar a Soobin. Hubiera preferido faltar a clases, en efecto después de lo que sucedió salí corriendo rumbo al baño de chicas, había considerado no presentarme el día de hoy y regresarme a mi piso. Pero ya estaba aquí y lo menos que podía hacer ahora era llegar tarde a clase, y así fue.

En cuanto llegué recibí un retardo y por supuesto, Kai me miraba interrogante pidiéndome una explicación ante la llegada tardía pero hice caso omiso a todo eso y me quedé sumida en mis pensamientos, la vergüenza corría por todo mi sistema y mi cabeza me recordaba lo decepcionada que estaba de yo misma por haber caído sólo por un beso de Choi Soobin.

—¿Estás bien?— Kai me codeó haciéndome voltear mi cabeza en su dirección, ya había guardado sus lapiceros y cuadernos que solía expander en nuestra mesa. Miré a mi alrededor confundida y me dí cuenta que ya no había nadie, toda la clase había estado tan sumida en mis pensamientos que no me percaté que sucedía a mi alrededor.

—¿Ya acabó?— Pregunté alzando mis cejas mientras sostenía mi cuaderno ahora cerrado.

—Ya, primer descanso.— Asintió cerrando el ciper de su mochila para luego colgarla sobre su hombro, me quedé en silencio e imité sus acciones. Minutos más tarde salíamos por la puerta del aula en silencio, como siempre, él con uno de sus brazos sobre mis hombros.— ¿Me quieres decir que te sucede? Estás rara, muy rara.

Apreté mis labios debatiendome internamente sí decirlo o no, no sabía el por qué me sentía así aunque la respuesta de basaba en lo ocurrido ésta mañana, tragué saliva duramente y deslicé la humedad de mi lengua por sobre mi labio inferior. Desvíe mi mirada hacía otro lado con su mirada posada sobre mi y por detrás de mi apareció Yeonjun posando uno de sus brazos por sobre mis hombros, ahora tenía dos pares de brazos por sobre mis hombros, genial.

—¿Y a ti qué te sucede?— Me miró con una pequeña sonrisa en sus labios mientras su cabeza permanecía ligeramente inclinada hacía mi. Lo miré en silencio y me quedé callada, frente a mi pareció Beomgyu junto con aquella italiana.

—¡Boyoung-ah!— Saludó Gianna en cuanto me vió, yo sonreí en respuesta y le regresé el saludo, con un beso en la mejilla nos saludó a los tres. Caminamos hasta las mesas que estaban cerca del campus y como siempre, ocupamos el mismo lugar de siempre.

Observé a mi alrededor con mis brazos cruzados sobre la mesa, no lo veía por ningún lado y eso comenzaba a preocuparme. Había estado bien, normal éste último mes, ¿Por qué justamente ahora lo buscaba desesperadamente? Tomé mi mochila y saqué un café enlatado bebiendolo al instante. Me sentía tan extraña que lo único que quería era verle, estaba ansiosa y no lo entendía.

—¿Y sí salimos ésta tarde al cine?— Yeonjun opcionó bebiendo un poco de su energizante azulado.

Mi vista se dirigió a la pequeña puerta que lograba visualizar a penas debido a la distancia, aquella puerta era lo que conectaba al campus de aquella área cubierta de mesas de cemento. A lo lejos ví a ese chico y no estaba solo, sino, acompañado de una rubia italiana. Noté como le acariciaba el mentón suavemente mientras él permanecía recargado sobre la pared del lugar luego de sonreírle coquetamente a ella. ¿A qué estaba jugando ese imbécil?

Sea lo que sea no jugaría su sucio juego, no con él.

• • •

—Oh, maldito sea.— Murmuraba con mi pecho hirviendo en enojo con ese mismo sentimiento extendiéndose por todo mi pecho.— ¡Tenía que ser un maldito!

Apenas hace dos horas Hyejin me había llamado por Skype, mucho antes de que ella llamara Beomgyu, Kai y Yeonjun trataron de llevarme con ellos al cine pero me terminé negando y les dije que tenía que terminar unas cosas de literatura, al final terminé llamando a mi amiga y ella ofreció la idea de continuar aquella llamada por la famosa aplicación que todos usaban, de inmediato acepté. Y ahí estaba yo, con mi laptop sobre la cama mientras permanecía sentada con mi espalda recargada a la pared luego de permanecer más de una hora maldiciendo a Soobin.

—Ugh, ¿De verdad Soobin? — Cubrió con sus dos manos su frente en un gesto de agotamiento y frustración, y terminó quitándose las gafas de pasta negra que tenía puestos en ese momento.— ¿La mala suerte te persigue? Hubiera sido más fácil que ya nunca lo volvieras a ver y te terminarás enamorando de un guapísimo italiano, si eso suena mejor.

Asentí con mi semblante flojo y suspiré entre cerrando mis ojos como si me hubiese fumado un porro de María de esos que solían consumir aquellos grupos jipis.

—Obvio que lo suena, Hye. Pero ah maldita sea no es la realidad y eso no está nada lindo.— Negué con las comisuras de mis labios curveandose hacía abajo, despeiné mi cabello y tomé una profunda bocanada de aire que de inmediato fue exhalada.— Me ésta jugando muy chueco, todavía de mentirme y estar con mi jodida prima mientras yo estoy en coma, ahora viene me dice todas esas mierdas y me besa, es un maldito cínico.

—Yo creo que deberías seguir el juego.— Opinó observando el esmalte de sus uñas como si estuviese pensando en algo, noté como bebió algo de su taza de café y aclaró suavemente su garganta.

—¿Estás loca? No lo haré.

—Alto, alto.— Elevó sus manos fren6a la pantalla en señal de alto.— No te adelantes tonta, a lo que voy es que sigas su juego pero juegale más sucio, Choi se lo merece.

Murmuró señalando hacía adelante a un punto inexistente en un gesto de tener razón. Sonreí divertida y me crucé de brazos, tenía la razón y no desaprovecharía esa idea que mi amiga brillante me había obsequiado con mucho gusto. Victoriosa aplaudí sintiéndome la puta ama y lamí mis labios luego de mi pequeña victoria.

—Hay que hacerlo.


Again You | Choi Soobin (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora