Cómo salir con un... ALIEN ( HyunSaeng ) 🖤

Cómo salir con un... ALIEN (23)

Capítulo 23  👽

Jen, Malcolm, y la doctora fueron conducidos fuera de la habitación por los otros dos guardias, mientras Dalton se quedaba allí mirándome.

— ¿Puedo ayudarte en algo, Dalton? —Preguntó papá, con una mueca de molestia en su cara.

No podría decir si era dirigida a Dalton o a mí. Dalton se movió hacia adelante y hacia atrás antes de comenzar a hablar.

— Sí, me gustaría que el chico me devolviera mi arma.

Los ojos de todos se volvieron hacia mí y Nerses. Ella se limitó a sonreír tímidamente mientras tomaba el arma de mis manos y se la acercó a Dalton.

— Si alguna vez veo a un chico tomar nuevamente tu arma, serás degradado. —Ella hablaba con tal encanto, que no sabía si temerle o envidiarla.

Dalton optó por lo primero, saludándola antes de dirigirse, de vuelta, a través de las puertas dañadas, tratando de cerrarlas lo máximo que pudiese antes de irse.

— Ahora, ¿dónde estábamos? —Nerses regresó a su asiento.

— Digo que destrocemos a esos Caltians y los mandemos al infierno. Mi planeta ha estado esperando para hacerlo durante años. —Gritó un pequeño extraterrestre con la piel de color verde y el cabello como la nieve recién caída, golpeando con sus garras la mesa.

— Sí, es hora de que alguien se oponga a esos fríos gusanos, —gritó otro extraterrestre, con una docena de ojos, y alzó en el aire sus diminutos brazos de color amarillo.

— Tranquilo, Thales, no podemos sacar conclusiones precipitadas. —Papá levantó las manos, cruzándose con los ojos de Thales.

— Sin faltar el respeto, señor, —un gran alienígena parecido a un pez elevó la voz desde el otro lado de la mesa—, pero usted debería ser el primero en querer ir, después de que los Caltians atacaran directamente su reserva genética.

— Sí, Melissus tiene razón, —dijo otra—. ¡Sólo hay que darle a la reina lo que ella quiere, al chico humano! —Algunos de los otros alienígenas alrededor de la mesa empezaron a aplaudir y me miraron ávidamente.

— Esperen un minuto. —Papá se puso de pie, colocando sus manos sobre la mesa—. No podemos entregar a Young Saeng a la reina.

— ¿Por qué no? Sólo hay que darle a la reina lo que quiere y tal vez ella vuelva a Calta, —añadió otro alienígena.

Nerses se puso de pie, levantando la mano hacia el grupo. Todo el mundo se quedó en silencio, y  la observó. 

— Antes de saltar a conclusiones precipitadas, me gustaría saber a qué nos estamos enfrentando. —Sus ojos se movieron en mi dirección y mi cuerpo fue llevado al instante hacia el asiento junto a ella—. Young Saeng, dime lo que viste en el bloque de celdas.

Tragué saliva, tratando de desviar los ojos a cualquier otro lugar, lejos de los ojos de ella y los de papá cuando me senté. 

— Bueno, fui esposado y sólo podía ir al hangar y a mi habitación.

— Oh, basta de excusas. Todos sabemos que se encontraba abajo, cerca de la celda de Hyun Joong, por qué no sólo nos dices qué sucedió, —gritó uno de los pocos seres humanos en la habitación.

— Gracias, Adam. —Nerses asintió en su dirección antes de centrar sus fríos ojos azules de nuevo en mí—. Ahora que estamos siendo claros, dinos qué pasó.

Dejé escapar una respiración profunda mirando hacia abajo y les conté todos los detalles del ataque de los Caltians, la discusión de Marsilo y Hyun Joong, e incluso cómo lucía el instrumento que utilizaron para electrocutarnos. En el momento que acabé, miré hacia arriba para ver que todo el mundo me miraba. Algunos de ellos tenían la boca abierta y otros con sus manos en puños, dispuestos a luchar.