Cómo salir con un... ALIEN ( HyunSaeng ) 🖤

Cómo salir con un... ALIEN (9)

Capítulo 9 👽

Romeo y Julieta, Tristán e Isolda, e incluso Catherine y Heathcliff eran todos amantes desafortunados quienes se suponía que no debían estar juntos. Por supuesto, ninguno de estos personajes eran alienígenas y todos ellos sabían en un momento u otro que había una atracción mutua.

— Así que, ¿te gusto? —Me tomó una eternidad formar las palabras en mi cabeza, pero una vez que salieron fue como un vómito de palabras.

Hyun Joong ni siquiera apartó sus ojos de algún blog martiano al azar.

— Bueno, realmente no te conozco, pero supongo que estás bien. Eres un buen trabajador y sueles decir comentarios ingeniosos.

Me quedé mirándolo, esperando a que él mirase en mi dirección, que hiciera cualquier cosa.

— No, me refiero a si realmente te gusto.—Ladeé cabeza hacia un lado—. ¿O es una pregunta extraña ya que probablemente eres mucho mayor que yo?

Sacudió su cabeza mientras el aire se escapaba por su nariz como una risa silenciosa. Luego giró lentamente su silla hacia mí, sus ojos se dirigieron a la pantalla y otra vez a mi cara mientras una sonrisa curvaba sus labios.

— ¿Qué edad crees que tengo, Young Saeng?

Dejé que mis hombros se encogieran.

— No lo sé, ¿años luz?

Él suspiró, moviendo la cabeza y mirando al suelo antes de que sus ojos miraran directamente a los míos, con una mirada que me hizo preguntarme si estaba buscando algo.

— Tengo dieciocho años. 

— ¿De verdad? —Me incliné hacia delante, avanzando poco a poco con mi silla más cerca mientras metía mis pies debajo de mis piernas.

— Bueno, sí. He estado así por un tiempo pero, no obstante, dieciocho años. —Sus ojos se movieron a la pantalla, y luego de nuevo a mí.

— ¿Qué quieres decir con estar así un tiempo? —Me incliné más cerca, con la esperanza de no caer de la silla—. ¿Cuánto tiempo has estado aquí, ya sabes… —giré mi mano por encima de mi cabeza—, en la tierra?

— Desde 1940. —Cambió su peso de un lado a otro, sus ojos tratando de evitar los míos.

— ¡De ninguna manera! —Reboté en mi asiento—. ¿Viniste aquí con el accidente de Roswell?

— ¿El qué? —Sus ojos finalmente miraron a los míos de nuevo antes de que estallara en un ataque de risa—. ¿La gente realmente cree que la caída del globo meteorológico en Nuevo México era un alienígena?

Hice un puchero.

— Bueno, es por todos esos especiales en el History Channel.

— Si en realidad una nave extraterrestre se estrellara contra la tierra, más gente lo sabría. Por lo general son bastante grandes, a menos que sean alguna clase de avión de combate. Y cuando aterrizamos, normalmente somos mejores encubriéndolo. —Miró al suelo y luego volvió a mirarme—. Para eso están los huracanes y los otros desastres naturales.

— Whoa, espera un segundo. —Extendí mis brazos mientras deslizaba mis pies hasta el suelo—. ¿Así que me estás diciendo que los desastres naturales son sólo una tapadera para los aterrizajes alienígenas?

— Bueno, no todos. —Puso sus ojos en blanco—. Pero la mayoría, sí.

— ¿Entonces, viniste durante un huracán? —Acerqué mi silla a la suya.