Capítulo 6.

1.2K 117 0
                                    

Capitulo 6.

Jamas olvides de quererme.

Liam pegaba al rubio a su pecho, mientras ambos lloraban bajo el agua ahora fría.

Liam mantenía apretado con una mano al rubio cerca de su cintura, y con la otra le acariciaba la espalda.

-Todo esta bien, yo estoy aquí Niall… -El rubio escondía su rostro en el pecho del castaño y grandes y pesadas gotas de dolor se juntaban con el agua aclamando su puesto para mojarlos a ambos. 

El agua antes hirviendo se había convertido en un pesado manto helado, que hacía tiritar a ambos chicos.

Niall tenía unas ganas guardadas de hace mucho detrás de sus ojos, esas ganas de querer llorar y sentir unos brazos que le prometieran que “todo estaría bien”, hace tanto que lo deseaba, y deseaba que esos brazos fuertes que le prometían protegerlo pertenecieran a Zayn.

Zayn, su Zayn…

El le había fallado a la única persona quién de verdad le amo, y le había fallado de la forma más cruel posible, al haber sido obligado a serle infiel.

¿Infiel? oh, más bien, la palabra correcta para describir ese acto era, violación.

Violación a la cual Niall no había podido responder, y se había callado en lo más profundo y roto de su corazón, haciendo que este se hiciera añicos.

-Los chicos fuertes no lloran… -Pronunció Liam- debes de ser fuerte, Niall, sea lo que sea que te haya obligado a esto, tienes que ser fuerte -el castaño lloraba- te amamos Niall, te juro que eres importante para mi, no quiero perderte…

Al rubio se le oprimió más el corazón al escuchar las palabras, y lloro aún más sobre Liam que lo acuno en sus brazos y lo pego más hacía si.

Ahora lo único que importaba era Niall, su Niall, el pequeño rubio que era tan infantil he inocente, quería morir.

Y eso Liam, no lo soportaba. 

Para Liam, había tres cosas en este mundo que eran su prioridad:

Su madre, Roci y sus amigos.

El daría la vida por ellos.

Louis.

-Harry -golpee un árbol- Maldito seas Harry… -Mis ojos amenazaban con echar a llorar y la imagen de sus costillas y su sonrisa golpeaba como una bofetada a lo obvio.

Lo había visto, había visto que no comía y no me preocupe…

Idiota, eres un idiota Harry…

Tomé el casco y de inmediato, lo volví a dejar en su lugar.

Maldita sea.

Tomé mi patineta, estaba ya gastada y cubierta de un poco de polvo, años de haberla dejado escondida en el garaje.

¿Rodilleras? ¿Casco? ¿Mi vida? como mierda quieren que piense en eso justo ahora.

Subí hasta quedar en lo más alto del parque, exhale hondo antes de tomar impulso pero pare en seco al voltear mi vista a la derecha, y encontrarme con la presencia de dos chicos.

Me miraron de arriba a bajo y uno de ellos le hizo alguna seña al otro, quien, le sonrió.

Me quede con la boca abierta, parkour, miré como su compañero se iba mientras el giraba su rostro al mio y me sonreía mientras movió su cabeza al frente invitándome a ir.

Sonréi, esto es lo que necesitaba para olvidarme de Harry por un segundo en mi vida.

Le devolví la sonrisa mientras tomé mi skateboard y lo posicione un pie sobre este. El chico sonrió y cambio su posición a algo seguro y fuerte.

Mi sueño y mi gran hazaña, siempre había sido la adrenalina que provoca el desafiar a la gravedad.

A los 14, aprendí a andar en Skate y por unos años siguientes dome mis propios retos. Pero un día, cuando tenía 16 llegaron los voladores, porque literalmente vuelan, sobre el suelo.

Intenté hacerme uno de ellos, para descubrir que no era ni la mitad de bueno para hacerlo. Así que los miré y admiré desde abajo, desde mi skateboard, dominando el suelo y el aire, pero jamas el cielo.

Lo miré y el me miró a mi y ambos sonreímos.

50-50 contra gato.

Lo miré de reojo y el se veía seguro, sonreí, amaba que de verdad compitieran conmigo.

Domine esta pista hace tiempo atrás  solo yo, mi alma y mi skateboard. Levanté admiración y aplausos de muchos otros skaters y personas ajenas, llegue a dominar a lo que se referían con la palabra skate.

Cuerpo y alma.

Grab contra Lateral

Se trata de jugar con la mente y dominar el alma, de sentir el viento y de sentirte capas de romper montañas. De dominarte, de controlarte y hacer lo imposible. Se trata de sentirte, ser tu mismo y mostrarle al mundo lo que eres.

Se trata de sentirlo…

Impossible y finalizamos 

Es la elegancia del control sobre uno mismo.

El control sobre el alma pura.

Terminamos jadeantes uno cerca del otro, con el cuerpo empapado en sudor brillando a la luz del atardecer.

-Increíble -soltó el otro- 

-Pienso lo mismo -el pecho de ambos se levantaba agitado con cada respiración.

-Soy Josh, Devine.

-Louis, Tomlinson -saludamos-

-Eres una gran competencia, Tomlinson -sonrió- al fin alguien que esta a mi nivel.

Me sorprendí con su seguridad, esa seguridad que yo emanaba hace unos años, antes del accidente.

-Gracias

-¿Practicas aquí siempre? 

-En realidad, ya no practico.

La expresión de Josh cambió.

-Bueno, pero eres realmente bueno, el mejor con el que he competido…

-Después de mi, claro. -George llego a nosotros con su skate y se quito el casco para chocar nudillos con Josh. -Veo que haz conocido a Josh, Louis ¿Qué te pareció?

-Es bueno -sonreí y Josh también lo hizo, George me dio unas palmaditas en la espalda.

-¿Bromeas? es el increíble -nos miró sonriente, el chico era menor que nosotros, tal vez de la edad de Harry- he intentado superarlo pero no puedo ni siquiera alcanzarlo cuando escala.

-¿Practicas? -pregunte, refiriéndome al parkour.

-Si -sonrió orgulloso- pero créeme que soy mejor con el skateboard -nos echamos a reír con el-

Seguí hablando con ellos, y sugirieron volver a tocar el alma del otro el día de mañana. No pude negarme por más que mi mente me decía que no lo hiciera.

Y por más que Harry regresara a mi mente, acepte.

Los chicos fuertes no lloran |Ziall & Larry| {LCFNL1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora