Desde la llegada de Isabella Swan, las cosas no fueron tan locas como Cristina pensó, realmente pensó que la llegada de su hermana menor traería problemas.
Pero se equivoco, al pasar dos semanas noto que Bella era callada y reservaba, a diferencia de suya, que era ruidosa y divertida.
¿Divertida?
No era sorpresa para nadie el hecho de que Cristina tenía un grave problema con las drogas.
Contaba con dos recaídas.
Bueno, tres con esta.
Y si Cristina se encontraba en una ambulancia, por culpa de una tercera sobredosis, y mientras sentía que moría solo podía pensar, en lo molesto que estaría Charlie al saber que estaba de nuevo en esa situación.
Y Bella, oh, Bella, estaría triste si moría.
Por suerte, hoy no era el dia en el que Cristina moriría, lograron estabilizarla, y su médico de cabecera, Anna, se tomó unos momentos para hablar con ella.
—Cristina—Empezo—es suficiente, No sé qué estas pasando, pero tienes que detenerte, la vida no puede funcionar así.
—Lo sé —dijo Cristina sin mirar a la doctora, que solo se acerco a ella y acaricio su pelo.
—Te lo digo como tu Madrina confía en mí, sabes que puedes venir a vivir a mi casa—ofreció Anna sabiendo la respuesta.
—Esta bien, Madrina, lo pensare.
—oh, se que no lo pensaras—dijo Anna para después caminar hasta la salida—por eso, me iré por unos meses.
Cristina frunció el ceño.
—¿Y quien se hará cargo de mi?
—El doctor Cullen—Anna le lanzó un beso—Espero no tener que cancelar mi viaje para venir a tu funeral.
—Yo también te quiero—dijo Murmuro la adolescente, Anna riendo salió de la habitación.
En el silencio de la habitación, Cristina lo sintió.
Estaba sobria, estaba completamente limpia.
Y eso le molestaba.
Tan solo pensar en lo que pasaba cuando estaba limpia le molestaba, y la hacía odiarse más.
●...●
Era ya el segundo día desde que Cristina había sido internada, estaría mintiendo si dijese que no estaba cansada de estar en el hospital, en esa habitación.
Unos toques en la puerta llamaron su atención, de ella paso un enfermera, quien sin decir una palabra reviso sus signos vitales.
En cuestión de segundos, entro un hombre a la habitación, quien se detuvo unos minutos y miro con determinación a la joven Swan.
—Cristina Swan—Susurro casi saboreando su nombre, una sonrisa radiante se mostró en su rostro—Soy el Dr. Carlisle Cullen.
—Hola Doc—Cristina lo miro con cierta fascinación.
Se sintió idiota al no poder quitarle los ojos de arriba, sus mejillas se sonrojaron, avergonzada tapo sus mejillas con sus manos.
Carlisle que noto la reacción de la chica, mantuvo una leve sonrisa en sus labios.
—Vamos a ver—Murmuro el Dr Cullen mientras revisaba su expediente—¿Como te sientes, Cristina?
Cristina observo como el hombre se acercaba un poco a su camilla, la enfermera terminó y se marchó, dejándolos solos.
—Estoy aburrida de estar aquí, Doc, ¿Cuando puedo irme?
—No respondas una pregunta con otra, es de mala educación —Río en voz baja, en lugar de sentirse molesta por la reclamación, Cristina se sintió avergonzada—Te iras cuando mejores por completo.
—¿Y cuando será eso?
—Vaya, que curiosa eres—Carlisle cerró cerró expediente y miro a Cristina quien tenía aun sus manos en sus mejillas intentado ocultar su sonrojo—Pronto, será pronto.
Sin decir ninguna palabra más, y con una última sonrisa, el doctor Cullen se aproximo a la puerta para marcharse.
—Doctor—Llamó Cristina.
—¿Si?
—Me siento mejor.
—Me alegro.
Carlisle volvió a girarse, pero volvió a ser interrumpido por la chica—Y doc, gracias.
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𝕹𝖔𝖙 𝖍𝖚𝖒𝖆𝖓|ᴄᴀʀʟɪꜱʟᴇ ᴄᴜʟʟᴇɴ
Fanfiction𝓝𝓸𝓽 𝓱𝓾𝓶𝓪𝓷|ᴘᴏʀQᴜᴇ ʟᴀ ᴠɪᴅᴀ ɴᴜɴᴄᴀ ꜱᴇ ꜱɪɴᴛɪÓ ᴅᴇ ᴇꜱᴛᴀ ꜰᴏʀᴍᴀ.