Forgotten z.m. (terminada)

Capítulo 32

Creía que la bala me había atravesado la cabeza, el pecho, el estómago o cualquier otra parte del cuerpo. Pero lo que realmente había pasado fue muchísimo peor. No sabía cómo (ya que antes de que la bala saliera de la pistola cerré los ojos), pero estaba Zayn, tirado en el suelo. Del hombro descendía sangre, y fue formando un charco en el suelo. Por lo visto, antes de que la bala me atravesara a mí, él se interpuso y terminó herido.

Empecé a gritar y a llorar, con el labio inferior temblándome y los dedos torpes buscando a Zayn por el suelo. Me deslicé en la moqueta, intentando llegar a él, pero los temblores eran tan fuertes que no me permitían hacer nada. Cuando conseguí estar junto a Zayn, me incorporé con cuidado y, cuando iba a levantarlo del suelo para que quedara su cabeza en mis piernas, los policías me chillaron que no lo hiciera, que lo mejor era dejarlo en el suelo por si tenía alguna herida interna o la bala había tocado alguna parte importante.

Jasper no rió. Se sentó en el suelo, con la espalda apoyada en una de las sillas. Se encogió de piernas, metió la cabeza entre ellas y empezó a balancearse hacia delante y hacia atrás. Como si estuviera loco. ¿O acaso estaba loco de verdad?

Una de mis lágrimas cayeron encima de la mejilla de Zayn. En alguna película, el chico habría abierto los ojos para decir cuánto quería a la chica, y luego habría muerto. En la vida real, él seguía dormido profundamente, con su vida pendiendo de un hilo. Le di un beso en la frente, haciendo que más lágrimas cayeran sobre su piel, mojándolo.

-Yo no quería -decía Jasper entre sollozos y la voz entrecortada-. Yo no quería, yo no quería, yo no quería... -Aún se balanceaba, siempre al mismo ritmo. Respiraba fuertemente, como si la ansiedad se hubiera apoderado completamente de él. Al haber disparado con la pistola, se había vuelto loco.

Los policías se acercaron a Jasper, lo levantaron y esposaron sus manos. Luego le dijeron:

-Directo al psiquiátrico.

Courtney no me dijo nada. Se limitó a sentarse a mi lado, abrazarme y consolarme. Y empecé a llorar más. Y pensé que yo debería de ser Zayn y Zayn, yo. Era tan egoísta que prefería que sufrieran los demás por mí que yo por ellos. Y por un momento, me alegré de que Zayn estuviera dormido, porque probablemente no sufriría. Y odié a Jasper. Y quise a Courtney. Y me odié a mí misma más de lo que odiaba a Jasper.

Cuando la ambulancia llegó, los médicos subieron a Zayn en una camilla con mucho cuidado, y a mí me pincharon algo en el brazo. No sabía qué era, pero me quedé sentada en una silla muy tranquila, sin llorar ni estar nerviosa. La respiración volvió a la normalidad y dejé de temblar. Escuché que dijeron algo que parecía calmante. Courtney se subió en la ambulancia con nosotros y nos fuimos al hospital.

***

Después de cuarenta y cinco minutos, los calmantes seguían haciendo efecto en mí. Zayn había entrado en quirófano nada más llegar, para que los cirujanos le extrajeran la bala del hombro. Courtney se quedó conmigo en la sala de espera y me dio conversación para que no me volviera a deprimir.

-Sospechaba que Jasper tramaba algo -dijo, jugando con mis dedos mientras hablaba. La escuchaba, pero a la vez miraba a la nada. Mis ojos eran un pozo sin fondo, fríos, perdidos-. Por eso lo seguí. Intenté entrar al hotel, pero la puerta estaba cerrada y las ventanas demasiado altas. Aún así, pude ver algo y cuando lo vi con una pistola llamé a la policía.

-Odio a tu hermano -fue lo único que pude decir.

-Ese no es mi hermano -respondió asqueada-. Jasper nunca te haría nada parecido. Eso es un loco que se ha comido a mi hermano.

Por primera vez en años, Courtney se calló para esperar una respuesta por mi parte. No contesté, pero ella no volvió a intentar entablar conversación.