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Sintio que la noche le había durado muy poco, despertó confuso por donde estaba y el tener a su mamá tocando con fuerza.

-¡Eriiick! Ven aquí, mira que hermosura te mando Zabdiel.

Aún más confundido la siguió a la sala viendo un arreglo de flores. Aseguraba eso costaba una fortuna.

-Es lindo.

-¿Solo lindo? Pero si es hermoso, es de calidad y se nota que fue mandado a hacer no es cualquier arreglo floral.

-Puedes quedartelas.

Erick regresó a su cuarto siendo abrazado despacio y sentir las caricias del castaño en su cabello.

Su corazón estaba vuelto loco.

-Me asustaste...

-Tu me tenías asustado a mi.

-¿Que haces aquí? Yo ya me iba.

-Es tonto que preguntes, ni siquiera conozco esta ciudad. Es claro que vengo por ti.

Acaricio su espalda y su teléfono comenzó a vibrar.

-Dame 5 segundos.

-No... no quiero tener que ir a golpearlo.

-Solo no quiero que venga y tener que verlo y...

Erick lo abrazó fuerte porque su cuerpo lo necesitaba, necesitaba sentir un poco de confianza en si mismo y que había por lo menos alguien que iba a protegerlo. Por lo menos una sola persona que no iba a minimizar el que seguía asustado.

-Hay que solucionar todo, necesitamos hablar tu y yo.- Christopher dejó su frente en la de Erick.

-¿De que?

Christopher suspiro frustrado pasándole el teléfono que seguía haciendo un ruido que lo molestaba y al mismo tiempo lo limitaba de darse cuenta de lo que estaba sientiendo ahora y caminó hacia la ventana para darle su espacio.

-¿Que necesitas? -contesto a Zabdiel.

-¿Ya has pensado las cosas? ¿Vamos a intentarlo?

-No, no he pensado nada. -miro a Christopher jugar con la lámpara encendiendo la y apagandola.

-Consideralo, te espero la próxima semana, tengo algo importante que preguntarte.

-No voy a...

Zabdiel le cortó antes de que le dijera que no y los toques a la puerta lo asustaron.

-Soy Yanelis. -la escucho susurrar y abrio con prisa.

-¿De nuevo lo dejaste entrar?

-Después de como te vi ayer, creo que es lo mejor que he hecho por ti... -Rio antes de tocer con fuerza y sostenerse el pecho e intentar encontrar balance sujetándose de un mueble.

-¿Yane?

Christopher alejo a Erick para el sujetarla y ayudarla a sentarse en la cama.
La observo de cerca unos segundos.

-¿Te duele inhalar o exhalar?-pregunto el castaño bajando a su altura.

-Estoy bien, debe ser que no... -alejo a Christopher y Erick lo alejo aún más, sabía que a Yanelis le molestaba que supieran de su enfermedad, creía que le tendrían lástima y la tratarían diferente.

-¿Sigues tomando todo lo que te dicen, cierto?

Ella negó y observó a Erick. -Deja de preocuparte por mi, yo encontraré la forma, no...

Compañero de Cuarto.    ♤ChrisErick♤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora