— No puedo creer que el tiempo haya pasado tan rápido. — Susurró Jimin ajustándose de su chaqueta de polar que le abrigaba el torso. — ¿Has visto a Taehyung? Los reporteros dicen que se ve digno de una pasarela de modas. Es como si un dios griego hubiese descendido del Olimpo.
— ¿No deberías estar preocupado de tu apariencia? Tú también compites, Jimin. — Le regañó mientras sacaba de su bolsillo una caja de gomitas de azúcar. — Im Jaebum se ve espectacular, podría robarte el estrellato este día.
— YoonGi, claro que me preocupo, me he vestido de príncipe para recibir la corona que merezco. — Sonrió orgulloso. — Además mi rutina es simplemente increíble, si no gano al menos una medalla de oro todo esto está arreglado ¡Oh mira ha llegado el niñato que tanto odias! — Le sonrió divertido indicándole con el mentón la entrada del lugar.
— Estúpido niño mimado. — Susurró al captar como Jeon entraba a la instancia con su típica actitud arrogante y altanera, ganándose la mirada de admiración, así como también envidia, entre todos los concursantes que se encontraban ahí. — ¿Quién se cree que es?
— El maldito ganador de todas las competencias anteriores, el mismísimo niño prodigio Jeon Jeongguk. — Se mordió el labio. — Se ve bastante bien, el traje es demasiado elegante, se ve como un sexy señor oscuro pero él lo hizo Fancy¹. — YoonGi gruñó en modo de respuesta. No podía negar a Jimin, Jeon realmente tenia un aspecto espectacular, los años le habían sentado de maravilla, desarrollando un cuerpo espectacular casi tan perfecto como su talento.
Y qué hablar sobre el maravilloso atuendo negro pegado el cuerpo que traía encima estaba hecho perfectamente a la medida, con detalles en plateados y un diseño de olas con brillantina que daban ese aspecto como si fuera la reina de la noche, en la flauta mágica de Mozart
Sus ojos se conectaron y Jeon alzó una ceja en forma de burla. YoonGi rodó los ojos y dirigió su vista de vuelta hacia su rubio amigo.
— ¿Quién diría que las bestias mas feroces son las que se hacen pasar por ángeles? — Preguntó Jimin recargándose en la banca de atrás. — No puedo creer que el tímido Jeon se haya convertido en una pequeña perra mimada. — Suspiró — ¡Wow! ¿Ese no es Taehyung? Parece que si le pegaron bien los años, dios mío ¿Qué me sucedió a mi? — Exclamó abriendo los ojos hasta no poder interrumpiendo la conversación. YoonGi siguió su mirada hasta donde el rubio indicaba y se quedó estático.
Su cabello era largo, hasta el cuello, con unas pequeñas ondas que le daban un look revoltoso. En su frente se encontraba una bandana blanca con diseños en negro, que combinaban con su camisa con el mismo patrón, la cual tenia tres botones abierto, con un corte en v que acentuaba su gran espalda, dejando ver su pecho firme. Caminaba en unos pantalones negros que se aferraban a sus masculinas piernas, dándole un estilo completamente extravagantes.
Llevaba lentillas azules y una sonrisa ganadora, pero sincera en el rostro, sabiendo perfectamente que era el centro de atención en ese momento. Su expresión de satisfacción se borró y se transformó en una de asombro mezclado con felicidad al momento de conectar sus ojos, en un gesto totalmente contrario a la reacción de Jeon. Con una sincera sonrisa cuadrada, dio pasos hasta donde se encontraban ellos dos totalmente petrificados, como si hubiese visto a la mismísima princesa Anastasia aparecer frente a sus narices
La música de inicio del show adornó el momento, incluso cuando YoonGi la sentía tan lejana. La voz del presentador pasaba tan desapercibida en su mundo que a penas era capaz de entender, YoonGi solo estaba prestando atención al alto muchacho que se acercaba a ellos, sin poder creer lo que veía.
— ¡YoonGi! — Se le tiró encima como si fuera un pequeño oso de peluche, rodeándolo con sus brazos, obligando a que YoonGi sintiera la gran diferencia de tamaños. ¿Cómo era posible que el mismo muchacho que cuidó años atrás ahora era todo un hombre que le doblaba en tamaño? — Ha pasado realmente mucho tiempo. — Dejó de abrazarlo y trasmitió toda su felicidad del alma. El pálido, algo atontado asintió. — Tengo mucho que contarte, he tratado de contactarme con este — Su voz fue interrumpida por los altavoces del lugar.
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Meraki [Kookgi]
Teen FictionLa vida de Jeon Jeongguk se podría resumir en una palabra: Victoria. Había estado durante los últimos 12 años preparándose como patinador de hielo profesional, solamente para llegar a la cima; viviendo una vida llena de esperanzas, fraudes, tristeza...