4. - чотири

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YoonGi se mordió el labio mientras movía su pierna impacientemente. La jaqueca que traía encima sumaba su mal humor, además del hecho de que tenía que soportar de ahora en adelante a un niñato mimado que apenas podía soportar a sus años.

—Espero que podamos tener un futuro brillante. —El padre del muchacho le estrujo la mano con fuerza amenazante. — Aquí están los papeles.

— Tengo una condición. — Dijo antes de tomar el bolígrafo del escritorio. — Solo trabajo de Lunes a viernes, de siete de la mañana hasta las seis de la tarde. No trabajo fines de semanas y tampoco después de la hora de trabajo. — El señor Jeon frunció el ceño. — Cualquier rabieta del niño, me voy. Vengo a formar a un profesional no a un pequeño niño con falta de disciplina porque siempre tiene todo lo que quiere.

— Tenlo asegurado. — Sonrió forzadamente y YoonGi se levantó de su lugar — nos vemos mañana.

—¿ Dónde está Jeongguk? Debería estar aqui. — Preguntó el pálido al ver la pista vacía, pareciéndole extraño  que el pelinegro no estuviera practicando ya. —  Son las diez de la mañana y no ha llegado. — Se encogió de hombros. — No permitiré ningún atraso cuando lo esté entrenando. Si el chico no se presenta a las siete, me voy.

— Por supuesto, pero Jeon se encuentra descansando. Ha esto practicando tanto que se ha lastimado. — YoonGi río amargo. — Entonces nos vemos.

— Lo veo mañana para su primer día de trabajo.— Repitió haciendo una reverencia. YoonGi, en cambio, se dio media vuelta y suspiró saliendo del gran edificio en el cual estaban.

— Jodido Jeon. — Susurró de mala gana mientras buscaba entre su chaqueta el paquete de cigarros que traía con prisa. Al sentir la pequeña caja, sonrió a gusto y sacó una de las varillas de tabaco para poder colocarla en la boca.

— Fumar es malo para los competidores. — Contestó una voz más grave. YoonGi alzó la voz y observó al pelinegro de rizos negros mirarlo con una ceja arriba, en una profunda expresión de intriga combinada con sarcasmo. — No deberías estar haciéndolo. — Le quitó el cigarro de la mano y lo botó al suelo, pisándolo.

— No te metas en los asuntos de los demás — Le respondió de mal gana recordando lo que había sucedido hace algunos días, cuando el pelinegro se había burlado de él frente a todo el mundo. — Además, ¿Acaso tú no estabas enfermo?

Después de que La Grand Prix haya terminado con Jeon ganando la medalla de plata, su perdida fue opacada por como su rutina se había vuelto popular, sobretodo en el momento en que YoonGi había sido visto en las cámaras mientras que se encontraba en el estado de shock. Jeon se había burlado de él públicamente.

Y que para la gracia de este, ésta acción ni siquiera fue vista como un acto descortés y deshonroso, ya que el rumor de que él sería su nuevo entrenador se había esparcido como pan caliente, que por ende conllevó a que su rutina fuera clasificada como "Homenaje a Min YoonGi", explicando de manera ilusa el por qué YoonGi lloraba, ignorando el hecho de que el muchacho lo había hecho solamente para joder a los demás, en donde, el pálido había sido perjudicado y Jeon privilegiado.

Incluso Taehyung le había confesado que aquello le había llegado como un golpe en la cara.

"No me molesta que lo entrene Hyung...es solo que cuando por fin logro llegar a ligas mayores gracias a usted.... Usted quizás también sea el responsable de mis perdidas"

— Eres mi entrenador, de ahora en adelante todo lo que haces me afecta. Por lo que si alguien te ve fumando cerca de mí, hablara muy feo de mi entorno y de ti. — Se acercó con un aire de superioridad ignorando su anterior pregunta. — Nadie esperaría que un campeón olímpico estuviera rodeado de tan mal entrenador.

Meraki [Kookgi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora