6. - шість

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Cerró el bolso sin poder entender.

¿Qué hacían los patines de Min en las gradas?
¿Taehyung y Jimin los habían traído?
¿Para qué?

YoonGi no podía patinar debido al accidente que había sufrido y que, por la misma razón, se había convertido en entrenador.

¿Es que era algo para molestarlo?
¿Acaso se estaban burlando de él?.

Jeongguk presionó sus dos labios juntos tratando de contener la repentina ira cuando aquellos pensamientos llegaron a su cabeza y cerró el bolso con agresividad. De seguro YoonGi y su séquito lo había hecho para poder burlarse de él.

—Ese maldito animal…— Susurró con enfado mientras dejaba el bolso donde mismo, dirigiéndose a la salida del lugar, pasando completamente por alto que su padre aún se encontraba en la oficina. Necesitaba despejarse, por lo que apenas volvió a tomar su celular en las manos, marcó a Yugyeom para que quedaran donde siempre.

Mientras caminaba a las afueras del lugar procedió a observar el cielo nublado. Desvió su mirada hacia la calle y ajustó su bolso a su cuerpo. La brisa de invierno comenzaba a presentarse y la temporada de descanso yacía a tan sólo unas semanas, pero eso nunca le había importado, ya que, nunca en su vida había tenido tiempo para descansar, usualmente, pasaba sus días enteros entrenado para las próximas competencias, las que tardarían unos cuantos meses en llegar. Jeongguk no había gozado de un minuto de descanso desde los doce años de edad.

Descansar.

Era una palabra extraña y no muy usada en el vocabulario de la familia Jeon. Jeongguk no estaba acostumbrado a un pasatiempo o Hobbie, había basado toda su vida en el patinaje, por lo que no había desarrollado otro tipo de gusto en ninguna parte o una cosa, bueno no en todo sentido puesto que a veces le gustaba dibujar, pero no lo suficiente como para dedicarle tiempo a aquello, lo que provocó que lo dejara.

Toda su vida era el patinaje.

—Es estúpido. — Se dijo ante sí mismo recordado las palabras de YoonGi hace una hora atrás.

¿Cómo sería capaz de despejarse si había quedado en segundo lugar en la competencia anterior? Sin sumar el hecho de que actualmente lo entrenaba su antiguo enemigo de pista, quien se había vuelta una persona totalmente diferente a como era con él cuando competían. El brillo de los ojos de YoonGi se había apagado y la presencia inminente simplemente se había deprimido con el pasar de los años, provocando que la rabia llenara el corazón de Jeongguk.

¿Cómo era posible que una persona que decía que amaba tanto el patinaje, ahora se demostrara completamente ajeno a la situación? Porque  incluso a pesar de que aquél accidente, que sucedió hace unos años había declarado el final de su carrera, eso no quería decir que el patinaje dejara de ser el punto principal en su vida. Siempre habían maneras de hacer aquello que amas sin ninguna restricción, manteniendo la pasión, pero lamentablemente, YoonGi no había hecho eso. El rubio simplemente se había dejado  consumir por la rabia, sucumbiendo ante la traición de la vida, convirtiéndose en un entrenador, uno que solo daba instrucciones como robot, o eso es lo que percibía Jeongguk con tan solo hablar o siquiera mirarlo. Y eso era porque el pelinegro percibía que YoonGi cumplía su trabajo más por obligación y dinero (como él mismo había estipulado anteriormente) en vez de hacerlo por el amor al patinaje.

Odiaba a YoonGi por ello.

Lo odiaba por haber renunciado tan fácil a sus sueños.

Lo odiaba por ni siquiera haberse dado la oportunidad de poder entrenar y ver si existía la posibilidad de patinar de manera simple y no con saltos complicados.

Meraki [Kookgi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora