🕶 Capítulo 23 🕶

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Sentía como las paredes estrechas de Haru le apresaban su miembro como si fuera una cálida bienvenida por haber vuelto a casa después de tanto tiempo. Cerraba sus ojos con fuerza y gemía cada que Haru descendía por su miembro y sus glúteos tocaban sus muslos. La atmosfera se sentía pesada, como si estuvieran cortos de oxígeno. Los brazos de Haru se encontraban alrededor del cuello de Kambe mientras este le sujetaba por sus caderas para mantener un firme vaivén. La cabeza del mayor se encontraba hacia atrás con sus ojos cerrados y gotas de sudor descendían por su pecho y espalda. De sus finos labios solo salían palabras como: "más", "ahí otra vez", "Kambe", "Daisuke" una y otra vez; como alabanzas en las iglesias los domingos.

Sus labios se encontraron y lenguas entrelazaron, ganando de ambos; gemidos, quejidos y gruñidos. Haru logro correrse por cuarta vez y Kambe por tercera vez en lo que iba de tarde. Con respiraciones agitadas, Kambe atrajo a Haru por su nuca para volverle a besar, pero de manera apasionada y lenta. Sus manos delicadas descendieron de las caderas del más alto hasta llegar a sus glúteos, donde apretó y dio una firme palmada no tan suave sobre la piel ya rosada de Haru; quien soltó un gemido con el nombre del contrario por el inesperado gesto.

Se alejo de Daisuke todo avergonzado y sonrojado para tratar de cubrir su desnudez, pensamiento que pasó a segundo plano al ver marcas de dientes y chupetes en todo su cuerpo; exceptuando las piernas. Frunció su ceño y escucho a Kambe reír.

— No es gracioso. -suspiro-

— Deberías ver tu espalda... -dijo Kambe con voz profunda y Haru sintió su espalda arquearse al sentir los dedos largos y finos de Kambe recorrer su espalda desnuda- me gusta.

Haru trato de verse por el retrovisor y se sorprendió al ver una rosa formada por chupetes sobre su hombro.

— Te amo, Haru. -Kambe besó su mejilla y revolvió sus cabellos negros para mirar por su ventana-

— Yo también, Te amo, Daisuke. -se inclinó para dejar un beso en los labios contrarios y algo hinchados como lo estaban los suyos-

Haru se levantó, dejando salir un pequeño gemido al sentirse vacío, cuando el miembro de Daisuke salió de su orificio anal. Seguido de eso, un líquido blanquecino, bajo por el interior de sus glúteos y muslos. Tomo asiento en el pasajero y sintiendo sus piernas temblar, miró a Daisuke, para ver si era normal el que aún las sintiera así, pero opto por callar y mirar hacia su regazo. Kambe estiró su brazo hacia la parte de atrás para buscar su hoodie y t-shirt de Haru para cubrirse ambos un poco.

— No te preocupes por el asiento. Mandaré a que lo limpien luego. -dijo para apaciguar la preocupación reflejada en el rostro de Haru, quien asintió- No te pongas el pantalón, no quiero que te sientas más incómodo.

— ¿Cómo me bajaré? Me duele atrás también y mis piernas están temblando. -avisó y vio a Daisuke sonrojarse por un breve instante que lo hizo reír- Deberías ser más tierno, Kambe. -hizo un pequeño mohín-

—  ¿Contigo? -preguntó enarcando una ceja- Pensé que ya lo era. -encendió su automóvil y condujo por las calles hacia su mansión-

— Sí, lo eres... -se sonrojo y miro por la ventana- ¿Kambe? Hoshino... -menciono y Kambe se tensó- el me visitó, preguntó por ti. Dijo cosas extrañas acerca de verificar si volverías... -murmuró y apretó sus puños- ¿Por qué tienes esa cicatriz? -preguntó sin mirarlo- La sentí... -vio la mano con la que sintió la cicatriz- ¿Qué sucedió?

— Me estaba muriendo, por eso no pude ir donde ti. -se estaciono frente a la entrada de su mansión luego de un momento-

— ¿Qué? -abrió sus ojos asustado-

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