·25·

148 23 0
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


























El sábado a las siete treinta decido darme una buena ducha helada. El calor en estos días se ha vuelto un poco sofocante y, además, me encuentro un poco nerviosa por esta noche, y también emocionada. Jamás había hecho esto con amigas, jamás..., había tenido amigas y, bueno, aunque sentí que debía ser honesta con Lindsey acerca de eso cuando me lo confesó también... creí que lo correcto era quedarme callada, porque estaba muy conmovida por sus palabras en ese momento y de seguro si hablaba..., lo haría de más y me delataría.

Ser cautelosa con mi situación se ha vuelto algo difícil de hacer últimamente, ya que ella es grandiosa. Quisiera hablarle de muchas cosas... Quisiera que ella fuera ese alguien con quién poder desahogarme pero aunque ya lo es, aunque ya confío en ella... no puedo hacerlo. No debo hacerlo. No con este asunto.

Al salir del baño empiezo a vestirme con unos pantalones un poco sueltos de camuflaje, una blusa blanca con estampado de un polar y mi cabello lo dejo suelto sobre mis hombros. Sé que no debo lucir nada sexy ni deslumbrante pero vamos, es sólo una pijamada, ¡Pijamada! Veremos películas, comeremos chatarra, de seguro saldrá a relucir uno que otro chisme, comeremos más y dormiremos tal vez contando anécdotas. Será algo muy cómodo o eso es lo que espero. Con Lindsey siempre me siento así.

Me miro en el espejo después de enviarle un mensaje a Lindsey anunciando que en cinco minutos estaré en su casa y al mirarme en él, siento cómo algo dentro de mí revive y ruge con violencia y reprimienda; De nuevo ese monstruo de la culpabilidad...

<<¿Qué crees qué es lo que haces?, ¿de verdad crees que todo es tan fácil?, ¿de verdad seguirás jugando a la chica buena, fingiendo tener una vida perfecta para obtener la aceptación de personas que no te merecen? Eres patética.

Te has convertido, no sólo en su reina sol, sino que también en la reina en el arte del engaño.

Tú no eres esto, Maddie.

Tú no mereces nada de esto y dejar todo lo demás atrás como si fuera nada.

Tú no eres nada...>>

Trato de respirar hondo para contener a las lágrimas que amenazan con salir y así evitar que estas dañen mi sencillo maquillaje y mi buen ánimo, pero aún no logro tranquilizarme ni un poco. De nuevo siento una opresión en el pecho, ya estoy harta de sentirlo cada vez que lo razono en mis adentros.

<<¡Basta, Maddie!, ¡mira cómo te pones! ¡No está bien que sigas castigándote de esta manera! ¡Dijimos que lo intentaríamos!

Mereces una segunda oportunidad...

Mereces sentir todo eso de nuevo. No dejes que nada ni nadie te lo quite.>>

✔️MONSTRUO (Completa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora