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La oscuridad es mi prisión ahora, empiezo a sentir que me ahogo dentro de ella, me arrastra y me sumerge hasta sus profundidades. Algo se siente incorrecto a mi alrededor y no sólo se lo atribuyo al gran vacío oscuro que en estos tensos y extraños segundos me rodea.

Mi cuerpo no para de temblar, un nudo en mi garganta ha aparecido y se ha reforzado con potencia, hasta hacerme sentir asfixiada e impotente. Es demasiado. Mis piernas empiezan a sentirse débiles, pronto pierdo el equilibrio y no encuentro nada para poder sostenerme. Aún no puedo ver ni una silueta, pero eso no es lo que me desespera...

De pronto... me doy cuenta de que tengo algo en las manos. Algo un poco pesado y grande...

Qué extraño...

¿Qué es esto?, ¿cuándo apareció?

No puedo con el peso así que me rindo hasta el suelo. Trato de tomarlo con cuidado y... algo dentro de mí se retuerce ante una extraña familiaridad.

Oh Dios...

No es posible...

Dios mío...

Empiezo a negar débilmente, las lágrimas escapando en anticipación de mí. De pronto me siento golpeada por un poderoso dolor que ha llegado a atormentar a mi corazón. No puedo con este golpe demoledor. No puedo cargar con mi existencia ahora...

Sigo sin poder ver nada pero con una mano libre y temblorosa logro apartar el manto del peso... que aún sostengo. Estaba envuelto y cuando logro destaparlo... una gran luz clara y potente encima de mí, que no tengo idea de dónde proviene, aparece de pronto... para iluminar su rostro. Todo dentro de mí se destroza al verlo y de inmediato llego al quiebre. Lo sostengo contra mí, derramando más lágrimas y mi voz empieza a gritar su nombre con tono desgarrador.

No, no puedo contra esto...

No de nuevo.

Su cuerpo entre mis brazos es arrullado con fuerza, anhelo y dolor. Mi mentón descansado encima de su cabeza. Jamás creí volverlo a tener conmigo de esta manera, pero ahora no puedo contra esto. Es más de lo que puedo soportar y lo único que me importa es poder desahogar todo el dolor que dejó en mí con su injusta partida y que aún me atormenta cómo si fuese el peor de los monstruos.

¿Por qué te fuiste? ¿Por qué?—le pregunto al viento entre mi llanto incesante, pues sé, de todos modos, que él ya no podrá contestarme—¿Por qué no te quedaste conmigo? Aún te necesito, aún lo hago.

Me alejo para darle un pequeño beso a su cabeza. Su mirada... luce en paz, limpia, pura... pero eso no me hace sentir tranquila.

Quiero ver sus ojos abiertos.

✔️MONSTRUO (Completa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora