Capítulo 1

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Sé que dije que no iba a publicar esta historia, pero es que creo que queda muy bien con el Yoonmin, así que espero que la disfruten!

~m.

...

A todo hombre le llega un momento en la vida en el que siente la necesidad de desordenarse un poco. Una tarde de martes del mes de junio, mientras Park Jimin aparcaba su escarabajo frente al Salón de Arte Corporal de Daegu no dejaba de dar vueltas a este pensamiento. Contempló fijamente la señal de neón que anunciaba tatuajes, piercings y arte corporal y se dijo que el corazón le latía tan fuertemente solo porque estaba nervioso, no porque tuviera miedo.

Llevaba años haciendo lo que los demás esperaban de él. Había llegado la hora de sorprenderlos con lo inesperado. Tenía veintitrés años y estaba listo para vivir la aventura, el romance y la emoción.

Un salón de tatuajes parecía un buen lugar para empezar. Respiró profundamente, salió del coche y cruzó la calle. Un tintineo de campanillas resonó cuando abrió la puerta.

-Hola -dijo el hombre que había al otro lado del mostrador. -Oh, hola.

Jimin tragó saliva y trató de no mirarlo muy fijamente. Sin embargo, aquel hombre era de los que llamaban mucho la atención. El chaleco de cuero negro se le ceñía alrededor del torso y resaltaba sus potentes brazos y pecho, que estaban decorados con elaborados tatuajes, bandas tribales alrededor de los bíceps de los dos brazos, una pluma de águila sobre un antebrazo y otros motivos que no era capaz de distinguir.

Se fijó en su cabello de color menta. El hecho de que su cabello ejercía un profundo contraste con el tono de su piel. Los ojos avellana parecieron atravesar a Jimin.

-¿En qué puedo ayudarlo? -le preguntó, con voz aterciopelada. Jimin se sonrojó cuando se dio cuenta de que lo había estado mirando fijamente. Trató de humedecerse los labios.

-Yo... Me gustaría hacerme un tatuaje -tartamudeó.

-¿De verdad? - Salió de detrás del mesón y vio los pantalones que llevaba puestos también eran de cuero y embutían las largas piernas. Sobre las caderas le colgaba un cinturón plateado. Al notar que él lo estaba mirando de arriba abajo, Jimin sintió que el calor que le abrasaba el rostro se le extendía por el resto del cuerpo. Si la testosterona fuera un arma de fuego, aquel hombre portaría la etiqueta de «cargado y peligroso».

-¿Qué clase de tatuaje?

-Bueno, no estoy seguro -respondió.

Entonces, buscó inspiración en los ejemplos que colgaban de las paredes, pero nada de lo que vio era lo que había esperado. En vez águilas, serpientes y símbolos tribales, lo que vio le recordó al arte moderno que había visto la última vez que su padre lo llevó a la fuerza al museo.

- Vaya, estos diseños son geniales. ¿Los dibuja usted mismo o los saca de un catálogo?

-No, yo no saco nada de un catálogo -contestó él. Dio un paso hacia Jimin. Entonces, el peli rosa captó su aroma. Cuero, sándalo y el olor de la tinta. Exótico, masculino y muy sexy.

- ¿Se ha hecho antes un tatuaje?

-No. Éste es el primero.

Aquellas palabras lo hacían parecer tan inocente... Precisamente lo que quería demostrar con aquello del tatuaje era lo poco de inocente que tenía. El hombre se cruzó los brazos sobre el pecho, dedicándole a Jimin una detallada imagen de sus músculos. No era un tipo grande musculoso, pero con la ropa ceñida se podía apreciar fácilmente lo trabajado que estaba. Él sintió que le temblaban las rodillas. »Cualquiera diría que no has estado al lado de un hombre guapo», se recriminó.

Sexy Tentación - YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora